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lunes, 13 de julio de 2015

XIV (Primera parte)


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Nota de Karen:


Este es el primer capítulo que dividiré en dos partes para completarlo y vincule en un solo episodio.

Por el momento disfruten de la primera parte.

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Episodio 14




Primera parte 1 / 2


 Narra Eugenia:

Agradables cuerdas se escuchaban de una o dos guitarras, abro los ojos y compruebo. Y sí, dos guitarras acústicas eran tocadas por dos chicos. A quien uno ya conocía…por desgracia.
El chico que estaba con George miró como me despertaba desde mi camilla.
_ George, te lo dije. Ya la despertamos.
_ Que no te importe Peter, tú sigue. _ Indiferente le dijo George y siguieron tocando sus cuerdas al aire.  
Hice toser mi garganta notoriamente para que ellos dos me prestaran atención pero George ni si quiera me miraba aunque el chico sí volteó a verme y había dejado de tocar. George lo miró molesto.
_ ¿Por qué paras?
_ ¿No vez que ella nos quiere hablar? _ Me contempló el chico. 
_ Gracias. Yo sólo quería decirles que no se preocuparan de que me hayan despertado. Además es agradable oírlos como tocan el sonido de cada cuerda al aire libre._ les comenté mientras me enderezaba de la cama. 
_ Bueno yo de hecho le estaba mostrando a mi hermano George cual eran el nombre de las seis cuer…
_ ¿Es todo? _ Intervino George. Yo le asentí.
_ Entonces gracias por tu desagradable interrupción. No nos interesa tu opinión.
_ George…no seas grosero _ le dijo el chico, que ahora sé que su nombre es Peter y es su hermano.
_ Oh, déjalo. _ le dije a Peter _ Yo sé que no le caigo bien a él.  Luego no digas Georgina que soy yo la que empieza de grosera _ me empecé a reír fuerte después de que a George le había dicho Georgina sin querer. 
_ Ignórala Peter, está loca _ le dijo George a su hermano volviéndose a concentrar en las cuerdas, sin importarle mucho de lo que dije.

_ Bueno, ya que me vas a ignorar junto con tu hermano, pues mira a mí no me importa porque yo tengo un libro. _ agarré mi libro y se lo enseñé.

_ Pues que te diviertas. _ dijo con apatía ignorándome absolutamente.


Odio como me ignora, ya van varias veces que es así conmigo. ¿Yo qué le hecho para que se comporte de esa manera tan descortés? Así que me marché en mi silla de ruedas enojada y con mi libro.


 No quisiera admitirlo pero George sería el único con quien en verdad al menos no me la pasaría tan aburrida en el hospital, pues aquí sólo éramos dos quienes tenían la misma edad. Los demás de nuestra área eran adultos y ancianos.


Al salirme de ahí sentí que me persiguió la mirada de Peter y me sentí avergonzada delante de él, no quería que él viera como me molestaba con George porque odio mi malhumor y cuando lo odio me siento muy mal.


Narra George:


_ Oye George, ¿tan mal te llevas con ésa niña? _ se inclinó hacia a mí Peter.

_ Sí, es muy gruñona y cuando quiere se hace la amable. _ le respondí.

_ ¿Y por eso? _ preguntó.

_ Dime alguien quien le caiga bien a una irritable y a la vez amigable.

_ Pues… creo que a nadie. _ se rascó la nuca _  Pero ella sólo quiso charlar un rato con nosotros ¿no crees? y tú bien grosero. ¿Por qué te molestaste?


No tenía ninguna respuesta respecto a su pregunta de Peter.

_ No sé  _ me encogí de hombros. No quería hablar más de ése tema.

_ Bueno _ suspiró _ sigamos.


Volvimos a tocar de la cuerda más aguda a la más grave diciendo los nombres de cada una.


_ MI, SI, SOL, RE, FA… _ Peter se paró en seco con la guitarra  cuando dije lo último.

_  No George. Recuerda que ésta es LA. _ Corrigió señalándome la penúltima cuerda gruesa.

_ Pues otra vez, hasta que me las aprenda bien _ dije empezando nuevamente a tocar la cuerda desde abajo.

_ MI, SI, SOL…



Narra omnisciente:


Los padres de Paul y Michael les dieron una fuerte regañada después de lo que había pasado ésa noche en la comisaría. Sin embargo a Michael no lo castigaron sino a Paul, por su irresponsabilidad de no cuidarlo. Le habían puesto de castigo no salir afuera y realizar las tareas que le tocaban a Michael.


_ No es justo _ protestó enfadado.



El chico de todos modos tuvo que cumplir su castigo empezando por el desordenado cuarto de su hermano para que al menos pudiera ganarse el permiso de sus padres e invitara a las dos chicas a comer en su casa.

Para él la desconocida Sasha no le convencía mucho invitarla y pensaba que su hermano había exagerado las cosas.


_ Michael, ¿no crees mejor que sólo invitemos a Janeth? Es que a la otra chica sólo la viste una vez y en cambio tú te das cuenta que nos conocemos Janeth y yo. _ comentó Paul recogiendo la ropa tirada que dejaba su hermano por todo el cuarto.

_ Lo sé y también sé que quieres ligártela _ sonrió ampliamente Michael, que estaba desde su cama acostado bocabajo mientras retozaba con sus pequeños dedos las canicas de cristal.




_ ¡Ah! _ bufó Paul poniéndole una cara molesta _ si sigues diciendo eso, hago que tu cuarto quede feo y ya no lo ordeno.


_ Le digo a mamá y ya. _ apuntó Michael encogiéndose de hombros.


_ ¡Michael cómo me hartas! sólo para que no me castiguen más tendré que hacerlo, pero ya no hables.
Después de un silencio de tres minutos Michael se decidió decirle a su hermano sin detenerse a jugar con las canicas.
_ Oye Paul ¿y si mejor ya no invitamos a ninguna? Como que ya no tiene mucho caso hacerlo.
Paul se quedó pensando en su pregunta. 
Por otro lado Janeth salía de su casa para irse al lugar donde conoció a la joven chica pelirroja.
La encontró hablando con algún joven quien tenía cierta curiosidad de conocerlo, pues a simple vista le pareció bastante atractivo.
Antes de que el chico saliera y Janeth entrara a la tienda se vieron uno al otro y satisfactoriamente se mostraron una sonrisa.
Él se fue y ella entró.
La pelirroja la reconoció desde luego.
_ ¡Ah hola, no me esperaba verte por aquí otra vez!
_ ¡Hola Sasha! Es que te quiero decir algo.
_ Es cierto ¿qué pasó con el niño nena?… oh perdón quiero decir Janeth. _ se ruborizó Sasha.
_ No tengas cuidado sólo acostúmbrate y no te asustes, que no te voy a golpear. _ dijo Janeth con un tono suave.
_ Ok _ rió Sasha. _ Entonces, cuéntame qué pasó con el niño.
_ Mira, el niño de nombre Michael y que tú bien recordarás que se perdió ayer en la noche encontró a su hermano en la comisaría.
_ Ooh, qué bien. _ Le agradó escuchar eso a Sasha.
_ Y aparte Michael nos invita a mí y a ti a comer el jueves. Y en verdad quiero que vayas conmigo porque quiero que conozcas a Paul.
_ ¿Paul?
_ Así se llama el hermano de Michael. Tiene unos kilos de más pero está simpático. No sabes cómo es de coqueto y lindo conmigo, ay _ suspiró_ hoy más tarde espero su llamada.
_ Ay sí me gustaría conocerlo pero no sé si podré acompañarte ya vez, tengo que cuidar de la tienda.
_ Mmmm sé que debes de estar aquí atendiendo, pues ni modo. Yo sólo quería que lo conocieras a él y que pues, tuviéramos un poco más de conexión tú y yo. Me agradas mujer.
_ Ay y tú igual. _ hizo un tierno gesto Sasha _ Sí estaría muy bien la idea, pero no es chistoso ver que apenas nos conocemos y ya nos tratemos como viejas chismosas._ comenzó a reírse Sasha.
_ De hecho. _ reía también Janeth.


Más tarde…
Paul hablaba en el teléfono con Janeth y platicaban sobre la cita que ellos tenían acordada.
_ Janeth, lo siento pero ya no se va hacer lo de la comida en mi casa.  Había pensado que solamente nos viéramos tú y yo en el parque a la una de la tarde, porque todavía sigue en pie sobre lo que quedamos ¿cierto?
_ Sí Paul, no te preocupes. Lo que pasa es que no le he dicho a mi mamá. Te marco para avisarte si es que me dio permiso, pero dime ¿Ya sabes a dónde me vas a llevar a conocer?
_ Sí, te va  gustar. Sólo lleva un traje de baño, sandalias y ropa ligera.
_ ¡¿Me vas a llevar a la playa?! ¿A cuál? _ se sobresaltó Janeth.
_ Quería que fuera sorpresa pero te digo.
_ Sí, sí dime _ dijo Janeth emocionada en el otro lado de la línea.
_ Se trata de Crosby Beach, en las afueras de Liverpool. No creo que hayas ido ¿verdad?
_ Nunca, ni sé dónde queda pero seguro que la pasaré muy bien a lado de ti, gordito.
Se escuchaban las risas nerviosas de Paul en la línea telefónica.
_ Ya veraz que sí. Entonces espero tu llamada Jan.
_ Claro Paul.  Bye.
_ Adiós _ colgaron.
Narra Paul:
Después de que colgara el teléfono volví a extraer la pelusa que encontrara en la alfombra de la sala. Me pareció la labor más compleja de realizar. Mi papá se había asomado de la recámara a preguntarme con quién hablaba en el teléfono. Yo contesté:


_Con mi amiga que la voy a ver ¿sí me vas a dejar?
_ Si me dices que es tu amiga la del hospital adelante hijo. _ me esbozó una sonrisa. Anteriormente le dije que a Eugenia la iba visitar pero le había mentido, no quería visitarla sólo le dije para que me dejara salir a la calle y encontrarme con Janeth, porque si le dijera la verdad no me habría dejado salir a ningún lado con otra persona que no fuera Eugenia.
  
Me llevo haciendo una hora con otra tarea que debo de hacer en el baño, también me tenía con ansia de oír nuevamente el teléfono para ver qué pasó con Janeth y hasta que sonó corrí hacia dónde estaba.
_ ¡¿Hola?! _ contesté acelerado.
_ ¿Paul?  habla Eugenia.
_ Ah, hola _ dije sin mucho ánimo, me esperaba que fuera Janeth en la línea telefónica.
Se armó silencio.
_ ¿Y…cómo estás? _ pregunta.
_ Bien _ dije.
_ Ah que bueno. Es que ya no te vi y quise saber si encontraste a tu hermano.
_ Sí, él está bien.
_ Me da gusto, Paul.
_ Eugenia, tengo que terminar de hacer algo.
_ Oh, perdón. Ya no te quito el tiempo. Adiós.
_ Adiós.
Creo que me sentí demasiado indiferente con ella.
Pasó otra hora y volvió a sonar. Esta vez sí era Janeth. Me dio una respuesta efectiva. Ahora tengo que hacer un plan.
Narra omnisciente:
Después de que acabara Paul de hacer todas las tareas de Michael, su  hermano se había salido a juagar fútbol con sus amigos, su padre no estaba y su madre aun no llegaba de su trabajo. Por lo que entonces solo en la casa, Paul entró a la recámara de sus padres. Emparejó la puerta y se sonrió para sí mismo fijando su mirada en la superficie del ropero, sin embargo él tuvo conciencia de que algo malo estaba a punto de hacer.

Continuará...





sábado, 4 de julio de 2015

XIII


Episodio 13


Narra Paul:



Caminé por las oscuras calles, casi corriendo. Me urgía encontrar un atajo hacia la comisaría, era tarde y andaba solo. También no sé si mi hermano esté ahí y esté bien.


Narra omnisciente:

El entorno era tranquilo dentro de la comisaría, puesto que muchos de los policías no tenían tanto trabajo como en otros días. En uno de los asientos desocupados y adheridos a la pared se hallaba Janeth, preocupada por la hora.              Finalmente se decidió abandonar al extraviado niño que acompañaba.

_ ¿Te irás igual como lo hizo Sasha? _ Se afligió el niño tomándole de la mano.
_ Pues claro que me voy yo también. Ya estuve un buen rato contigo. Adiós _ le soltó la mano.

Un guardia de alta estatura y severa voz le preguntó a la rubia adolescente antes de que saliera.
_ ¿Vas a dejar al niño solo?
_ Sí, ahí se encargan ustedes de él _ respondió casi indiferente y metió las manos en los bolsillos de sus jeans.

Impulsaba la puerta hacia al frente cuando en eso ve a alguien entrar por el otro lado.
Era Paul, que llegó al lugar tan pronto y angustiado por la forma en que se encaminó al módulo de información.
Janeth tan pasmada al salir no dejó de verlo por tres minutos sin que él lo notara y nuevamente volvió a entrar.

Entretanto Paul puso sus manos encima del estrecho escritorio. El sujeto que atendía se dio la vuelta y le preguntó en qué le podía ayudar.
_ Buenas noches señor policía, vengo a… _ fue interrumpido al escuchar un grito de boyante detrás de sus espaldas, pues alguien ya lo había reconocido por su lóbrego cabello y voz.

 _ ¿¡PAUL ERES TÚ!?
_ ¡MICHAEL! _ aclamó cuando volteó a verlo. 

 Su preocupación de ésos dos hermanos, se terminó por completo cuando se abrazaron uno al otro, pero no obstante a Janeth con suma confusión en su mirada pensaba:

“¡¿PAUL?! ¡¿Él era el hermano de quién tanto me hablaba?!”




A la mañana siguiente...


Narra George:


Por la mañana la enfermera tuvo que regresar a Eugenia de nuevo a la estancia donde yo y muchos pacientes se encontraban, cada quien en su respectiva cama y para colmo yo a lado de ella. Debido a que la habitación individual donde ella pasó anoche, se ocupara por otra persona.
Acomodaba ella su almohada desde su silla de ruedas. 

_ ¿Me extrañaste? _ dije con tal de empezar a molestarla.
_ Pues la verdad algo _ dijo muy natural.

Qué raro, me la esperaba que diera una respuesta repulsiva, pero a lo mejor sólo estába usando su sarcasmo entonces intenté de otro modo_ ¿En serio era tu novio el que estaba ahí anoche contigo? _ se me ocurrió decirle en forma de burla.

 Aunque no logré jorobarla me dio completamente la espalda y miró hacia la ventana que estaba a un costado de su camilla.

_ ¿Por qué me fisgoneas George? _ Su pregunta me puso demasiado incómodo. Se me ocurrió responderle lo que yo había escuchado ayer.
_ ¿Crees que no te oí lo que le decías a tu supuesto amigo de mí?
_ Una pregunta no se contesta con otra. _ me miró seriamente. Me costaba sostener su mirada y lo bueno es que la desviamos cuando oímos desde nuestras camas, aproximarse dos hombres charlando gustosamente.

 Era mi papá con el papá de… ¿¡Eugenia!? ¿En verdad son ellos?
Pues cuánto llevan en conocerse, oigo escucharlos como dos tíos en confianza.

_ ¡Oh mira!, ya están despiertos. Larry, ¿ya conocías a mi hijo George?
_ Ayer lo conocí Harold más no sabía su nombre _ el señor me esbozó una amable sonrisa. Parece quedarle un buen papel de un comediante, no me creo que sea padre de esta niña tan aburrida y seria.

Mi papá se acercó a saludarla y suavemente la besó en su mejilla.
_ Desde hace un mes que ya no te he visto y vaya accidente grave que te pasó._ demostró mi papá una cara de caridad al observar su pie enyesado.
_ Al principio sí fue muy grave señor Harold, cada día voy mejorando _ Dijo con el tono más afable la dichosa fracturada.

Hoy por qué no tendrá su malhumor, ahora lucía bastante tranquila.


Narra Janeth:


El atolondrado timbre de mi escandaloso reloj sonó como por las diez y media de la mañana. Mi mano se asomó de mis lisas sabanas amarillas a silenciarlo pero aun así su irritante campanilla yo continuaba escuchándola.

Lo tiré al suelo y seguía sonando
_ ¡AAAA YA CALLATE MALDITO RELOJ! _ tomé el bat de béisbol que no estaba muy lejos de mi cama y con tan sólo un leve golpe en las campanas dejó de sonar.
Nuevamente me cubro con las sábanas pero el sueño se me fue, cuando de pronto recordé lo que pasó anoche después de salir de la comisaría.

 Michael me invitó a comer y yo le dije...




(Inicio del recuerdo)



_ No, no tienes por qué ser gentil ahorita Max.
_ Es Michael Janeth, Michael. _ me volvió a corregir Paul.
_ ¡Ya sé!, sólo que me confundí ¿sí? _ sentí que se lo había dicho demasiado molesta. Es que él me inquietaba. Es tan, tan… ¡AAAGH!, él sólo se quedaba callado desviándome la mirada.
_ Pero es que si no se te hubiera ocurrido traerme aquí con los policías, nunca me hubiera encontrado mi hermano Paul. Por favor como agradecimiento acepta ir a mi casa a comer, Janeth. Y también dile a Sasha, a ella también le debo las gracias.
_ ¡OKEY! _ dije impaciente _ ya no insistas porque ya me tienes hasta el cara…_ inmediatamente cubrí mi boca con las manos. Recordé que no tengo que decir malas palabras delante de los niños, ni mucho menos decirlas delante de Paul, que aún me sigue gustando.
_ ¿Qué ibas a decir? _ Al parecer no sospechó nada este Michael y creo que tampoco Paul.
_ Nada, ya nada. _ dije un poquito nerviosa, tan poquito que no se notó.

 Me salí de la comisaría y ya me quería ir a casa pero Paul me detuvo.
_ Espera Jan. _ se puso en frente de mí.
_ Qué quieres, quítate de mi camino.
_ Jan, ¿por qué me dejaste plantado aquélla tarde? _ no lo dijo molesto pero sí algo serio.
_ Porque eres todo un mentiroso _ quise darle esa razón.
_ ¿Por qué mentiroso?
_ Porque ya habías dado tu primer beso. Además se lo diste a una niña que supuestamente ya falleció.
_ ¿Pero quién te dijo eso? _ se puso pálido de repente.
_ Eso no importa, eres un mentiroso y yo no ando con ésos. Ya déjame pasar ¿quieres? _ quise esquivarlo pero él me lo impidió.
_ Te daré el paso pero perdóname, te juro que no significó nada para mí más que un beso huroneo.
_ Aja, sí. ¡DIJE QUE TE QUITARAS! _ Lo empujé a un lado.
_ Jan por favor, quiero volver a ser tu novio _ se puso nuevamente en mi camino. Esto me empezaba a gustar, su hermano insistiendo a recompensarme de cualquier manera y él pidiéndome a que volviéramos a ser algo.
_ Está bien, con una condición. _ Me acerqué a sus brazos. Apuesto que lo hacía temblar.
_ La que sea, bonita. _ me dijo Paul. Se empezó a ruborizar locamente.
_ Que en la próxima vez en que salgamos me lleves a un lugar que jamás yo haya conocido, si logras complacerme ése día tal vez acepte andar contigo otra vez _ rocé su barbilla frívolamente con mi índice.
_ Ya verás que lo lograré nena _ me guiñó el ojo.


“Mmmm... el novio que tendré” 







(Fin del recuerdo)



_ ¡JANETH! ¡BAJA A DESAYUNAAAAAR! _


“¡Oh carajo, tengo que levantarme!” 



Narra George:


El papá de Eugenia llevó a pasearla en su silla de ruedas por el principal jardín del hospital dejándonos a mí y a mi papá solos en el compartimiento de la letra “C” que es así como se identifica.


_  Vengo acompañado de un amigo tuyo de la infancia, ¿sabes quién es?

_ No, no lo sé. ¿Quién es papá?

_ Ahora mismo lo verás _ se fue asomar a las cortinas blancas y le hizo señas de que vinera. Desde ahí trasfiriendo las cortinas apareció un chico de sonrisa imperfecta con unas cuantas pecas en sus mejillas. Era Raymond Hughes, quien fue mi mejor amigo de la primaria.


_ ¡Hola George! _ me saludó y luego me enseñó una guitarra que escondía tras de él _ Mira, a tu padre le vendí esta guitarra por 3 libras y 10 chelines.


Yo no sabía qué decir sobre aquélla guitarra, ya se veía usada sin embargo   me sentí bien al tener una. Una primera guitarra. 


_ Si te aburres aquí ya tienes algo con qué entretenerte, George.

_ Gracias papá _ dije en tono alegre. _ Bueno, ¿cómo sabes que me gustan las guitarras?

_ Tus dibujos en la libreta lo dicen todo, hijo. Jajaja.

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  Hola chicas :D cuánto tiempo. Ya extrañaba escribir.

Este capítulo si que me lo esperaba más largo :c
Se acercan mis vacaciones y ustedes ya salieron?

Como ya leyeron George recibió su guitarra y si es así dejara de molestar a Eugenia o ustedes qué se esperan? 

A dónde pensará llevar a Janeth el guapo de Paul? ¿Y ella volverá a jugar con sus sentimientos si es que vuelven hacer algo? 

Nos veremos el próximo SÁBADO
Saludos!!!
P.D: DEJA TU COMENTARIO ;)




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