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sábado, 4 de julio de 2015

XIII


Episodio 13


Narra Paul:



Caminé por las oscuras calles, casi corriendo. Me urgía encontrar un atajo hacia la comisaría, era tarde y andaba solo. También no sé si mi hermano esté ahí y esté bien.


Narra omnisciente:

El entorno era tranquilo dentro de la comisaría, puesto que muchos de los policías no tenían tanto trabajo como en otros días. En uno de los asientos desocupados y adheridos a la pared se hallaba Janeth, preocupada por la hora.              Finalmente se decidió abandonar al extraviado niño que acompañaba.

_ ¿Te irás igual como lo hizo Sasha? _ Se afligió el niño tomándole de la mano.
_ Pues claro que me voy yo también. Ya estuve un buen rato contigo. Adiós _ le soltó la mano.

Un guardia de alta estatura y severa voz le preguntó a la rubia adolescente antes de que saliera.
_ ¿Vas a dejar al niño solo?
_ Sí, ahí se encargan ustedes de él _ respondió casi indiferente y metió las manos en los bolsillos de sus jeans.

Impulsaba la puerta hacia al frente cuando en eso ve a alguien entrar por el otro lado.
Era Paul, que llegó al lugar tan pronto y angustiado por la forma en que se encaminó al módulo de información.
Janeth tan pasmada al salir no dejó de verlo por tres minutos sin que él lo notara y nuevamente volvió a entrar.

Entretanto Paul puso sus manos encima del estrecho escritorio. El sujeto que atendía se dio la vuelta y le preguntó en qué le podía ayudar.
_ Buenas noches señor policía, vengo a… _ fue interrumpido al escuchar un grito de boyante detrás de sus espaldas, pues alguien ya lo había reconocido por su lóbrego cabello y voz.

 _ ¿¡PAUL ERES TÚ!?
_ ¡MICHAEL! _ aclamó cuando volteó a verlo. 

 Su preocupación de ésos dos hermanos, se terminó por completo cuando se abrazaron uno al otro, pero no obstante a Janeth con suma confusión en su mirada pensaba:

“¡¿PAUL?! ¡¿Él era el hermano de quién tanto me hablaba?!”




A la mañana siguiente...


Narra George:


Por la mañana la enfermera tuvo que regresar a Eugenia de nuevo a la estancia donde yo y muchos pacientes se encontraban, cada quien en su respectiva cama y para colmo yo a lado de ella. Debido a que la habitación individual donde ella pasó anoche, se ocupara por otra persona.
Acomodaba ella su almohada desde su silla de ruedas. 

_ ¿Me extrañaste? _ dije con tal de empezar a molestarla.
_ Pues la verdad algo _ dijo muy natural.

Qué raro, me la esperaba que diera una respuesta repulsiva, pero a lo mejor sólo estába usando su sarcasmo entonces intenté de otro modo_ ¿En serio era tu novio el que estaba ahí anoche contigo? _ se me ocurrió decirle en forma de burla.

 Aunque no logré jorobarla me dio completamente la espalda y miró hacia la ventana que estaba a un costado de su camilla.

_ ¿Por qué me fisgoneas George? _ Su pregunta me puso demasiado incómodo. Se me ocurrió responderle lo que yo había escuchado ayer.
_ ¿Crees que no te oí lo que le decías a tu supuesto amigo de mí?
_ Una pregunta no se contesta con otra. _ me miró seriamente. Me costaba sostener su mirada y lo bueno es que la desviamos cuando oímos desde nuestras camas, aproximarse dos hombres charlando gustosamente.

 Era mi papá con el papá de… ¿¡Eugenia!? ¿En verdad son ellos?
Pues cuánto llevan en conocerse, oigo escucharlos como dos tíos en confianza.

_ ¡Oh mira!, ya están despiertos. Larry, ¿ya conocías a mi hijo George?
_ Ayer lo conocí Harold más no sabía su nombre _ el señor me esbozó una amable sonrisa. Parece quedarle un buen papel de un comediante, no me creo que sea padre de esta niña tan aburrida y seria.

Mi papá se acercó a saludarla y suavemente la besó en su mejilla.
_ Desde hace un mes que ya no te he visto y vaya accidente grave que te pasó._ demostró mi papá una cara de caridad al observar su pie enyesado.
_ Al principio sí fue muy grave señor Harold, cada día voy mejorando _ Dijo con el tono más afable la dichosa fracturada.

Hoy por qué no tendrá su malhumor, ahora lucía bastante tranquila.


Narra Janeth:


El atolondrado timbre de mi escandaloso reloj sonó como por las diez y media de la mañana. Mi mano se asomó de mis lisas sabanas amarillas a silenciarlo pero aun así su irritante campanilla yo continuaba escuchándola.

Lo tiré al suelo y seguía sonando
_ ¡AAAA YA CALLATE MALDITO RELOJ! _ tomé el bat de béisbol que no estaba muy lejos de mi cama y con tan sólo un leve golpe en las campanas dejó de sonar.
Nuevamente me cubro con las sábanas pero el sueño se me fue, cuando de pronto recordé lo que pasó anoche después de salir de la comisaría.

 Michael me invitó a comer y yo le dije...




(Inicio del recuerdo)



_ No, no tienes por qué ser gentil ahorita Max.
_ Es Michael Janeth, Michael. _ me volvió a corregir Paul.
_ ¡Ya sé!, sólo que me confundí ¿sí? _ sentí que se lo había dicho demasiado molesta. Es que él me inquietaba. Es tan, tan… ¡AAAGH!, él sólo se quedaba callado desviándome la mirada.
_ Pero es que si no se te hubiera ocurrido traerme aquí con los policías, nunca me hubiera encontrado mi hermano Paul. Por favor como agradecimiento acepta ir a mi casa a comer, Janeth. Y también dile a Sasha, a ella también le debo las gracias.
_ ¡OKEY! _ dije impaciente _ ya no insistas porque ya me tienes hasta el cara…_ inmediatamente cubrí mi boca con las manos. Recordé que no tengo que decir malas palabras delante de los niños, ni mucho menos decirlas delante de Paul, que aún me sigue gustando.
_ ¿Qué ibas a decir? _ Al parecer no sospechó nada este Michael y creo que tampoco Paul.
_ Nada, ya nada. _ dije un poquito nerviosa, tan poquito que no se notó.

 Me salí de la comisaría y ya me quería ir a casa pero Paul me detuvo.
_ Espera Jan. _ se puso en frente de mí.
_ Qué quieres, quítate de mi camino.
_ Jan, ¿por qué me dejaste plantado aquélla tarde? _ no lo dijo molesto pero sí algo serio.
_ Porque eres todo un mentiroso _ quise darle esa razón.
_ ¿Por qué mentiroso?
_ Porque ya habías dado tu primer beso. Además se lo diste a una niña que supuestamente ya falleció.
_ ¿Pero quién te dijo eso? _ se puso pálido de repente.
_ Eso no importa, eres un mentiroso y yo no ando con ésos. Ya déjame pasar ¿quieres? _ quise esquivarlo pero él me lo impidió.
_ Te daré el paso pero perdóname, te juro que no significó nada para mí más que un beso huroneo.
_ Aja, sí. ¡DIJE QUE TE QUITARAS! _ Lo empujé a un lado.
_ Jan por favor, quiero volver a ser tu novio _ se puso nuevamente en mi camino. Esto me empezaba a gustar, su hermano insistiendo a recompensarme de cualquier manera y él pidiéndome a que volviéramos a ser algo.
_ Está bien, con una condición. _ Me acerqué a sus brazos. Apuesto que lo hacía temblar.
_ La que sea, bonita. _ me dijo Paul. Se empezó a ruborizar locamente.
_ Que en la próxima vez en que salgamos me lleves a un lugar que jamás yo haya conocido, si logras complacerme ése día tal vez acepte andar contigo otra vez _ rocé su barbilla frívolamente con mi índice.
_ Ya verás que lo lograré nena _ me guiñó el ojo.


“Mmmm... el novio que tendré” 







(Fin del recuerdo)



_ ¡JANETH! ¡BAJA A DESAYUNAAAAAR! _


“¡Oh carajo, tengo que levantarme!” 



Narra George:


El papá de Eugenia llevó a pasearla en su silla de ruedas por el principal jardín del hospital dejándonos a mí y a mi papá solos en el compartimiento de la letra “C” que es así como se identifica.


_  Vengo acompañado de un amigo tuyo de la infancia, ¿sabes quién es?

_ No, no lo sé. ¿Quién es papá?

_ Ahora mismo lo verás _ se fue asomar a las cortinas blancas y le hizo señas de que vinera. Desde ahí trasfiriendo las cortinas apareció un chico de sonrisa imperfecta con unas cuantas pecas en sus mejillas. Era Raymond Hughes, quien fue mi mejor amigo de la primaria.


_ ¡Hola George! _ me saludó y luego me enseñó una guitarra que escondía tras de él _ Mira, a tu padre le vendí esta guitarra por 3 libras y 10 chelines.


Yo no sabía qué decir sobre aquélla guitarra, ya se veía usada sin embargo   me sentí bien al tener una. Una primera guitarra. 


_ Si te aburres aquí ya tienes algo con qué entretenerte, George.

_ Gracias papá _ dije en tono alegre. _ Bueno, ¿cómo sabes que me gustan las guitarras?

_ Tus dibujos en la libreta lo dicen todo, hijo. Jajaja.

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  Hola chicas :D cuánto tiempo. Ya extrañaba escribir.

Este capítulo si que me lo esperaba más largo :c
Se acercan mis vacaciones y ustedes ya salieron?

Como ya leyeron George recibió su guitarra y si es así dejara de molestar a Eugenia o ustedes qué se esperan? 

A dónde pensará llevar a Janeth el guapo de Paul? ¿Y ella volverá a jugar con sus sentimientos si es que vuelven hacer algo? 

Nos veremos el próximo SÁBADO
Saludos!!!
P.D: DEJA TU COMENTARIO ;)




4 comentarios:

  1. Hola Karen!
    Que bueno que ya volviste a subir tu capítulo, espero que te haya ido muy bien n tu examen de comipems, ya te extrañaba, y como siempre, tu capítulo extraordinario, nuevamente el enamoramiento de Paul y Janeth y la rebeldía de George con Eugenia, hacen que quiera seguir leyendo la historia.
    Sube pronto.

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  2. ya estoy aquí y no hice trampa,si lo leí. Harrison jodiendo como mujer en sus días.Tanta agresividad a un despertador,con más razón son una mierda. KAREN CLARO QUE SE TE EXTRAÑABA... Ya hablando enserio es un record que no salieras con "la tengo que editar" más bien un milagro. Como sea ame el capitulo,sigue la

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  3. KAREEEEENNNNNNN!!!
    Hasta que al fin escribes. Vaya que no la dejaste guee.
    La neta no sé para qué fregaos el flaco de Harrison ande chingando a la pobre de Eugenia, A DONDE VAMOS A PARAR!!!!!!! XD Jajajajaja okey nop.
    Me quedo con la intriga lo de Paul, será que me de otra oportunidad o MÁS BIEN yo se la de a él :D
    Mi cuñado ya hasta me quiere invitar a comer (Tanta amabilidad por los McCartney) pero qué grosería iba a decirles a ésos dos. Y es en serio, tan puta madre me puse con ése despertador ay no mames jajajaja.

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  4. ¡¡¡KARENSITA!!!
    Me da gusto ver que volvieron tus capítulos que obviamente son GENIALES. Oye aquí tu servidora ya te lloraba. :")

    Caray con Eugenia & George. Estos dos siguen sin caerse bien, lo bueno es que ya recibió su primera guitarra ALELUYA había gritado George jajaja, para que al menos ya no busque molestar a Eugenia, pero ella de seguro sigue preocupada por Paul y su hermano, sólo háganle saber la noticia que ellos ya están bien y ella podrá estar más tranquila.

    Ya quiero ver qué pasa con Janeth y Paul ¿¿cómo será su próxima cita?? y si Janeth se vuelve a pasar de lista con Paul ahí sí castígala Karen. Adviértele.
    Te leo hasta sábado. Besitos <3

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