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viernes, 27 de febrero de 2015

VI


Episodio 6

Narra omnisciente:

En una tarde nublada sin motivos de salir a ningún lado, Eugenia se encontraba en su habitación aburrida y sin alegría alguna, mirando a la única ventana de su nueva casa. Todavía la tristeza invadía su joven alma por la pérdida de su madre.

Larry hacía los viejos intentos de buscar empleo en el periódico más reciente, pero ninguno anunciaba puestos disponibles de trabajo porque en la desconocida ciudad en que se habían mudado era difícil encontrarlo.
Eugenia bajó a la cocina a preparar un sándwich tostado que le había pedido su padre, fue a sentarse al sillón con él y bebía un poco de agua en un vaso de vidrio. Después apoyó  su cabeza en el hombro de su padre, y en la mirada de ella Larry encontraba a su hija decaída y desmotivada.
_ ¿Por qué no das una vuelta en tu vieja bici? _ Sugirió el padre mirándola con una sonrisa. Los ojos de la hija miraron hacia él.
_ Pero… el día…
_ No me gusta que estés aquí encerrada y mucho menos verte sin hacer nada. _ Intervino su padre poniendo el plato sobre la mesa _ Anda ve, toma las llaves de la casa y vete a conocer los alrededores. _ Le entregó las llaves en su mano, ella se enderezó para recibirlas.
_ Papá y si me extravío. _ Desconfió la chica.
_ Le preguntas a un policía de cómo llegar a la calle Arnold Grove y ya, sólo que te voy a pedir un favor.
_ Aja, dime.
_ Ve a la panadería que no queda muy lejos de aquí y trae un par de virotes y cinco bolillos.
_ Está bien, pero, por dónde me voy. _ Cuestionó la chica antes de abrir la puerta.
_ Pregunta a la gente que te encuentres por ahí, de seguro te sabrán decir dónde queda la panadería más cercana.

Eugenia recibió el dinero de su padre y salió de la casa. Montó su bici y por medio de la gente que encontró en las calles para guiarla, por fin la panadería había encontrado. Colocó su bici junto a un poste y le puso candado. Se había cruzado al otro extremo de la banqueta y al mismo tiempo en que jaló la puerta hacia afuera para entrar a la panadería, se oyó una voz femenina diciendo en una grabación de la entrada “Bienvenidos a la panadería Penny Lane” y fácilmente Eugenia localizó desde la puerta los virotes y los bolillos.




Por lo tanto Paul, otro chico aburrido que caminaba con la cara abajo se dirigía de igual manera a la misma panadería.

Narra Paul:

Hoy no quise llevarle la contra a mi hermano menor Michael, hoy yo iba por el pan. Sé que tanto como a mis padres como a mi hermano les extraña de que el hijo mayor Paul McCartney (o séase yo), fuera por el pan.
Me habían pedido catorce bolillos para la semana y fui, sólo que esta vez sin mi bici.

Cuando llegué a la panadería vi salir a una chica peinada de una cola de caballo y media robusta de cara muy seria, montando su bici con dificultad porque sostenía en su brazo una pareja de virotes en una bolsa larga y gruesa de papel y en la otra mano, llevaba el pan con un ticket sellado a la bolsa.

Me la quedé mirando si es que podía irse en la bici sosteniendo las dos bolsas. El manubrio le tembló un poco al principio, aunque sí pudo dar el impulso al pedal y se fue alejando, pero me inquietaba aún la chica porque algunos carros pasaban y ella no podía ver bien por los virotes que le estorbaban mientras ella manejaba. Entonces un carro pasó y la chica por suerte lo desvió, pero desgraciadamente al desviarlo pasó algo muy horrible.

Veía que ninguna persona se le acercaba ayudarla y entonces ahí entre yo, corriendo hacia ella para auxiliarla.

Ella lloraba por el accidente que había tenido. Le quité la bici de encima de sus piernas, y ella me decía que su pie derecho le dolía mucho a más no aguantar.

_ Tranquila_ le toqué la espalada suavemente _ trata de levantarte_ la miré con la intención de que alzara su rostro.

Me tomó de mis manos y muñecas para apoyarse y levantarse, pero por más que ella intentaba ponerse de pie, no pudo.

_ Me duele mucho _ Se quejó y la miré con sus ojos llorosos del dolor tan inmenso que recibió la pobre chica después de haberse caído en una coladera destapada.
_ Ya no intentes levantarte te puedes lastimar más _ En eso vi a un señor pasando y le dije que de favor me ayudara a llevar a la chica a la banqueta, o si no iba a impedir el paso a los demás carros.
Después llevé su bici junto con el pan que traía, el señor se fue y no supe qué hacer con la chica, si ahí dejarla y yo irme, o pensar en algo mejor para ayudarla.
_ Quédate aquí sentada, voy hablarle a una ambulancia y también le voy hablar a mi mamá. Ella es enfermera y te puede atender mientras llega la ambulancia. ¿Quieres que le hable a alguien de tu familia? _ Fue lo que se me ocurrió decirle.
_ Sí, por favor háblele a mi padre porque me duele mucho _ Respondió la chica tratando de no derramar más lágrimas.
_ Dame el teléfono y dime tu nombre para decirle que hablo de tu parte.
_ Me llamo Eugenia Le Brun Arias y mi teléfono es 44824560.

Enseguida busqué un teléfono más cercano y al no ver ninguno, volví a la panadería.  

El encargado de la panadería no quiso prestarme el suyo.

_ ¡Es una urgencia! _ dije desesperado.
_ Está bien niño _ dijo molesto _ tómalo con tal que cada llamada te la cobro a dos peniques. _ Yo lo miré enfadado por su ambición del señor pero no me quedaba de otra.
Marqué primeramente al teléfono de la chica antes de que lo olvidara pero en su casa nadie contestó, así que llamé a una ambulancia. Después de llamarle pensé en llamar a mi mamá que estaba más cerca y pudiera revisar a la accidentada.
_ ¿Bueno? _ Respondía la voz de mamá que conocía.
_ Mamá necesito verte en la panadería.
_ ¿Paso algo Paul? _ Con tono preocupante.
_ Sí, una chica se accidentó y está grave su pie. ¿Podrías venir a revisarla?
_ Está bien Paul, voy para allá. _ Después colgó.

Entregué la cantidad que debía por las llamadas telefónicas y el señor todavía me cobró el tiempo.
_ Pero si sólo fueron unos dos minutos por lo que me tardé de las tres llamadas.
_ Lo que sea chamaquito, pagas o no sales.

Salí muy enfadado de la panadería ya qué el dinero que me dieron para comprar el pan tuve que terminar gastándolo por las llamadas que hice pero al ver a la chica se me olvidó el incidente, pues realmente me preocupaba el dolor que ella sentía.  

 Llegó mi mamá y la revisó.
_ Tienes fracturado tu pie, te va tener que llevar la ambulancia.

Finalmente junto con mi mamá y yo acompañamos a la tal chica llamada Eugenia dentro de la ambulancia que había llegado.

 _ Trata de dormir corazón mientras llegamos. _ Le decía mi madre con una caricia tierna a la chica que iba acostada en una camilla.
_ ¿Pero mi padre ya lo sabe? _ La chica enderezó un poco la cabeza mirándome para que yo le contestara.
_ Llamé al teléfono que tú me dijiste.
_ ¿Y marcaste bien el teléfono Paul? _ Preguntó mi mamá.
_ Sí, fue el 44824560.
_ Sí que te lo aprendiste _ Dijo la chica. Después acostó su cabeza y quiso aguantar el llanto sin embargo lo estalló.
_ Ya no lo soporto, como quisiera que esto no pasara. _ Lloraba y se quejaba a la vez.
_ Aguanta _ Cogí la mano de ella _ resiste, ya vamos a llegar. _ Apreté su mano y ella igual apretó la mía. Empezaron a sudar pero a mí no me importaba, me importaba que ella resistiera.
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Hola!! Espero que les haya gustado el capítulo, me costó un poquito de trabajo escribirlo y quise subirlo desde el viernes 13 pero ¡RAYOS! el tiempo me comió y ya no pude subirlo, también quise subir un especial de George ya que fue su Birthday el miércoles que pasó pero ni tuve la computadora y ni el internet a mi alcance por la cual no subí. L  Sin embargo ya estoy aquí y me da gusto que más chicas ya se unieron, gracias en verdad. Sean bienvenidas.

SOFY!!! Qué bueno que el fic te esté gustando, no olvides que aquí tienes una lectora n_n que lee tus divertidos capítulos y que coincidencia la tuya y la mía porque al igual las canciones de la página me recuerdan mi dulce infancia.

NORA!!!, me da gusto que leíste mis caps, y bueno, lo que escribo estoy cociente de que no es original ya sea porque salen Beatles o porque la historia son de ellos pero a mí me divierte y me gusta y me queda decirte que gracias por animarte a leerla.  

LA CHICA Thiara Godoy, muchas gracias por haber entrado, me hace muy feliz.

Disfruten todas ustedes del Viernes Nocturno y diviértanse. ;)


Aaaaaaadiós


P.D: Se pasó de lanza el señor de la panadería con el chiquillo Paul, jejeje.


viernes, 6 de febrero de 2015

V


Episodio 5

Narra omnisciente:
La tarde desaparecía muy lentamente, aún el sol no quería esconder sus rayos hasta después de las seis de la tarde cuando normalmente empieza anochecer por Liverpool.

La joven niña de 12 años y medio de cara blanca, ojos miel y de una larga cabellera rubia se encontró caminando junto con el adorable niño de apellido McCartney en ese mismo pequeño parque donde al pobre de George Harrison los descubrío tomados de la mano.
Entrelazando sus dedos y sintiendo el calor en sus manitas en realidad Paul se sentía el niño más afortunado de todo el barrio “PennyLane” y tal vez de toda la ciudad de Liverpool, pues tenía como novia a una niña bonita de pelo muy rubio y del instituto femenil de Liverpool, Janeth Palacios Charles.

Al pequeño Paul McCartney, querido y consentido a quienes lo conocen por su carisma y educación estaba perdidamente enamorado y flechado así como entusiasmado porque Janeth no lo había rechazado cuando éste se le  declaró.
Iban a sus bicis y Paul quiso acompañarla a su casa pero Janeth se negó.


_ ¿Segura que no quieres que te acompañe? _ Preguntó una vez más Paul.
_ No Paul, ya te dije que no. Está lejos mi casa y te vas a cansar en el camino _ Paul le hizo un puchero a Janeth.
_ Ya Paul _ Riendo _ tus caras no me van a cambiar de opinión. Es mejor que te quedes aquí.
_ Está bien _ Hizo una mueca Paul.
_ Pero antes quisiera probar un besito tuyo. _ Le toco los hombros. Janeth lo miró con una cara de ternura y le dio un beso rápido en uno de sus cachetes blancos.
_ Bueno ya te lo di. ¡ADIÓS! _ Dijo levantando su bici del verde pasto.
_ No, no. Ese tipo de besos no, me refiero a un beso de… _ Se quedó sin terminar la frase, bajó la mirada y no tardó en que se le ruborizaran sus cachetes.
_ ¿Te refieres un beso en la boca Paulie? _ Dijo Janeth entre risas nerviosas. Paul asintió muy sonrojado.
_ Es que…es que _ Tartamudeó por un momento Paul.
_ la verdad no he dado mi primer beso._ Dijo muy rápido y Janeth apenas pudo entender lo que le había dicho Paul.
_ ¿Es en serio Paul? _ Lo miró sorprendida. Paul se avergonzó.
_ Pues, si quieres intenta darlo conmigo. _ Se ofreció Janeth acariciando la mejilla de Paul la cual la sintió muy cálida.

“Este niño sí que se le sube la calentura”  Pensó Janeth después de dejar de tocar su mejilla colorada.

_ Primero cierra los ojos _ Indicó Janeth. Paul cerró despacio sus dos ojitos.
_ Luego para la trompa, sin abrirla o si no tu mal aliento percibiré _ Paul río por ese cometario.
_ ¿Y después? _ Dijo el chico ya emocionado.
_ Quédate así hasta que sientas mis labios besarte.

Paul la obedeció y sin pensar en nada más que en dar su primer beso, esperó pero sólo oía el sonido del viento y las aves. Ni si quiera la respiración de Janeth la sentía y cuando abrió los ojos la chica había desaparecido de su vista.

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Hi chicas, ¿cómo están?. Deamasiado corto pero espero que les haya gustado aunque ya van dos veces que Janeth se porta mal XD jajajaja ay Janeth. Agradezco a Jan por haber aceptado el papel de la mala, jajajaja espero que no te molestes que a lo mejor mis chicas te odiarán. Jajajaja

Cuídense y bonito fin de semana.

Bye. ;)


PD: Y bienvenida Ma. Eugenia. Me gusta que mi mamá me apoye. GRACIAS POR SEGUIRME. 



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