...

...

sábado, 18 de abril de 2015

XI



Episodio 11


Narra Eugenia:


Sentí esa sensación de movimiento rápido a los objetos que me rodeban afuera del pasillo. La rotación era más y más fuerte hasta saber que sólo podía distinguir colores simultaneamente. Inclinada hacia atrás George no dejaba de darme vueltas en la silla de ruedas.  


_ Sujetate que será más fuerte.

_ ¡BASTA! _ Grité cerrando mis ojos. Me mareaba.


Le decía una y otra vez que parara.

¿Cómo lo podía detener? No lo hacía.


_ George te juro que…

_ Ay vamos niña, esto apenas empieza.                                      

_ Para tí es divertido pero para mí no. _ decía angustiada por el terrible mareo que ya estaba sintiendo.


Si George se atrevía a soltar las empuñaduras de empuje terminaría yo tirada en el suelo. No se me ocurrió otra cosa que gritar.

_ ¡ENFERMERA! ¡ENFERMERA! ¡AYUDA! _ George disminuyó la velocidad.

_  Tranquila, ya te dejo de dar vueltas pero no las llames _ dijo cálmandome y parando levemente la silla.

_ George, me dejaste muy mareada _ dije débilmente tocándome en la frente.

_ Para mí marearte fue agradable _ Se para en frente de mí y todavía sonríe.


_ ¿Qué es lo que pasa? _ aparecía una enfermera atrás de él.

_ Ése niño _ lo señalé _ me estaba dando vueltas rápidas, enfermera.


La enfermera se acercó a él con sus pasos firmes y levemente lo agarró del brazo.

_ Usted debería estar en cama cenando sus espinacas. _ se lo llevába caminando nuevamente a su cama.

_ Ay no _ se quejó George _ me las ceno si ella me perdona, digale que ya no la vuelvo a molestar. _ La enfermera de treinta años se detuvo y me miró, dándome a entender si lo perdonaba o no.


Miré a George y al mirarlo él también me miró. Yo sentí compasión por él y le asentí a la enfermera de aceptar sus disculpas de George.

_ Ya vio _ lo volvió a mirar _ sí lo perdonó la chica, ahora a comer sus espinacas señor Harrison. _ nuevamente se lo llevaba caminando.

_ No enfermera, por favor no _ suplicó entrando al lugar _ ¡SON HORRIBLES!


<<Pobre George, como lo torturan con las espinacas>> pensé irónicamente y sin querer me reí.


La enfermera salió.

_ ¿Se le ofrece algo señorita?

_ No gracias, me quedaré aquí. _ ella me sonrió y se marchaba cuando una señora aparece en su camino y supongo que amablemente le pedía informes.


Oí que la enfermera volteando a verme le decía _ sí, es ella _ me señaló.

La señora da la vuelta, me mira y le agradece a la enfermera. Camina poco a poco hacia mí. ¿Pero por qué viene a  verme a mí? Yo me esperaba la visita de mi papá, no de una señora desconocida.


_ ¡Hola Eugenia! _ se agacha a saludarme con una bella sonrisa.

_ Buenas noches señora _ respondo algo extraña no obstante reconozco que es la madre de Paul.

_ No sé si me recuerdes pero soy la señora Mary, la que una vez te acompañó a la ambulacia.

_ Oh sí,  sí me acuerdo de usted ¿cómo ha estado? _ dije con más confianza

_ Bien gracias, cómo sigues con tu pie. _ se retira un poco para verlo.

_ Pues ay anda, ya no me duele tanto como antes. _ sonreía.

_ Qué bueno _ le daba gusto.

_ ¿Y Paul cómo ha estado? Es que desde hace dos días ya no lo he visto.


En un amplio silencio Mary se me quedó mirando seria.

_ ¿Le pasa algo? _ no me respondía después de unos segundos.

_ Emmmm, pensé verlo aquí contigo y con mi otro hijo más chico.

_ No señora _ la miraba grave _ aquí nunca se aparecieron.

_ ¿No Eugenia? _ desilucionada volvió a decir. Yo le negué nuevamente.

_ Es que no han regresado a la casa. _ en tono preocupante Mary no dejaba de mirarme.

_ ¿Cómo cuánto tiempo tiene desde que salieron?

_ Como una hora ya. Mi marido fue a buscarlos a donde se supone que ellos fueron y, yo sé que Paul luego viene al hospital a visitarte. Tenía la esperanza de encontarlos aquí.

_ Lo siento señora, no los he visto, pero no se angustie _ le toqué su hombro _ tal vez su papá ya debió haberlos encontrado.

_ Eugenia_ me trata de sonreir _ en dado caso si los ves, por favor llama a la casa _ me entrega un papelito con su teléfono anotado.

_ Claro señora Mary.

_ Bueno _ se cuelga bien de su bolso _ que sanes pronto, Eugenia. _ se pone de pie.

_ Gracias señora. Cuídese.

Mary se va y yo me quedo triste. Me pregunto cómo se sentirá la angustia de una madre cuando no encuentra a sus hijos. Se ha de sentir horrible. Ojalá Paul aparezca junto con su hermano.


Narra George:




La enfermera no se iba a ir hasta que me viera tragar al menos una espinaca.




<<HUACATELAS>>  pensaba una y otra vez.

_ Quiero ver que te las comas _ la tuve que obedecer.  Cogí el tenedor y pinche un horripilante trozo de espinaca. Sin despegar la vista del tenedor en un dos tres me llevo la espinaca a la boca cerrando los ojos.
Su sabor me empieza  a desagradar, pude haber vomitado pero ya sería muy repugnante escupirla enfrente de la enfermera.
La enfermera me dio una firme sonrisa y se fue.  En seguida yo acerco el bote de basura y tiro toda esa pálida bola verde de mi plato.
La aburrida del nombre raro se acerca en su silla de ruedas.
_ ¿Qué hacías? _ pregunta.
_ Tú no viste nada. 


Miré que escondía algo detrás de su brazo _ Y… ¿Qué traes ahí? _ Ella lo muestra y vi que era un regalo.
_ Es una caja de chocolates.

¿Oí decir de su boca CHOCOLATES?
<<Chocolatesss mmmmm ¡YUMI!>>
 _ Dime ¿qué estabas tirando? _ se acerca más. No confié en decirle lo de las espinacas.
_ Nada, alguna basura. ¿Me regalas tu caja de chocolates?
_ Obvio que no. _ me negó con la cabeza _ Esta caja me la regalaron a mí. Y son para MÍ _ se tocó el pecho _ Ya dime, qué tirabas _ volvió a decir más seria.
_ ¡Dame un chocolate!
_ No. Y si no me vas a decir yo misma lo averiguaré. _ Se acerca al bote, yo inmediatamente lo oculto bajo mi cama con el pie.
_ Déjame ver, ¿por qué no me dejas ver?
_ Porque no. A mí me encanta el chocolate. Dame uno por favor _ le supliqué.
_ Pues… ¡NO!
_ ¡¿Por qué?! _ me paré descalzo de mi cama.
_ Porque no _ volteo la silla de ruedas y me sonrió. Sí, me sonrió. La aburrida y envidiosa del nombre raro de una manera se quiso desquitar conmigo sonriéndome.  


_ Así… pues….
_ Cielo ya me voy. Espero que te haya agradado el detalle _ apareció un alto señor como de treinta y tantos años despidiéndose de ella.
_ Sí, muchas gracias papá.
_ Ay cariño, no me lo agradezcas _ dice el señor. Luego sin querer me mira y me observa.
_ ¡Vaya!  veo que ya tienes a alguien con quien pasar el rato. _ decía el señor alegre. Yo sonreí. Ella volteo a verme.
_ Pues sí _ no muy convencida _ al menos paso un buen rato con él _ me hizo su típico ademán de desagrado. Le fruncí el ceño. El señor creo que no se ha dado cuenta que no nos caemos tan bien ella y yo.
_ Qué bueno. _ Le agradaba el señor _ Ya vez, te dije que tarde o temprano ibas a encontrar amigos aquí.
<< ¡¿AMIGOS?! Sí, claro señor, amigos>>
_ Paso mañana _ le agarró de la barbilla y la besó en su mejilla.
_ ¡Adiós papi! _ se despide con su voz de muy niña _ Adiós papi _ la arremedo con una voz chillante. Creo que sí oyó ella pero no me dijo nada.
_ Adiós cielo _ se va el señor.
_ ¿Era tu papá?
_ Nooooooo. Era mi esposo _ dijo sarcástica volteando a verme.
_ Ay, no sabía ¿ya tienen niños? _ le seguí su sarcasmo.
_ Sí como no.  

Deja la caja de chocolates y cuidadosamente se subió a la cama molesta.

_ Ya, sin jugar ¿si me regalarías un chocolate por favor?
_ No, no te daré nada. No me caes bien y no estaba jugando contigo. _ Veía que lo decía en serio.
Cuando ella se acuesta yo tiré sus chocolates al piso.
_ Oye qué te pasa, recógelos por favor.
_ No, ahora no. _ me acuesto y volteo hacia la pared.
_ Eres un grosero
_ Y tú una envidiosa _ respondí.
_ Pero no debiste tirarme mis chocolates. Era un lindo detalle de mi papá.
_ Y a mí no me importa _ dije fuerte para que escuchara. Oí que ella suspiró y creo que se puso a leer porque no apagaba la luz.
_ Apaga la luz
_ La estoy usando _ dijo muy enojada. No me importó y la apagué yo. Ella la enciende otra vez, luego la apago y nuevamente ella la enciende.
La lámpara se prende y se apaga y se vuelve loca hasta que el foco se funde.
_ ¡GENIAL! ¡LOGRASTE TU OBJETIVO!



Narra Janeth:

Mi mamá Kate se encargaba de comprar la despensa en el supermercado mientras yo estaba en casa viendo una revista juvenil, sé que debería estar recogiendo mi cuarto y trapear el piso pero simplemente no lo estoy haciendo. El tiempo pasa como si estuviera en un desierto, sin existir un oasis. Tengo ganas de tener una aventura pero cómo diablos la obtengo. Esta vida que tengo es una mierda y para variar, el lunes entro nuevamente a la escuela.

A Eugenia no la pude visitar por lo mismo. Ya saben, tengo que preparar mis cosas, mi mochila, mi uniforme y lo que me da más hueva, forrar mis libretas con etiqueta.

¡AY QUÉ HUEVA! Entrar a clases otra vez ni madres, a la mierda con los maestros.


No vale la pena leer esta mierda de revista, puros chismes que a mí no me importan. La aventé a dónde cayera y me levanté del sofá para estirarme. Doy un gran bostezo porque estar mucho tiempo sentada te fastidia.


Recogí algunas cosas tiradas de mi cuarto pero la cama estaba desecha, total no la quise hacer. En la cocina llené una cubeta y mojé la jerga hasta que oigo abrir la puerta de la casa, me fui asomar y era mamá con unas cuantas bolsas en sus brazos.

_ ¡HOLA AMOR! _ colgaba las llaves en su lugar con su típico entusiasmito de saludarme.

_ Bueno ya llegaste, ya me voy _ Dije después de que la ayudara a poner  unas dos bolsas en  la mesa.

_ Sí, pero… _ ella miraba al piso.

_ El piso está muy pegajoso, hice lo que pude. Nos vemos _ Tomé mi chaqueta y me salí.


Fui al centro a ver qué encontraba en las tiendas. Pasaba por una que jamás la había visto. Entré y al fondo veo unos hombres que pintaban de color rosa pastel las paredes, donde creo que iban a hacer unos vestidores.


Todavía no se inauguraba la tienda porque muchas cosas no estaban instaladas. Una pelirroja alta, de muy delgadas piernas se veía que era de la tienda y que estaba dispuesta atender. Me sonrió y me preguntó muy cordial en qué me podía ayudar.

_ En nada, veo que no tienes nada en tu tienda así que me preguntaba de qué…

_ Ah, te preguntas de ¿qué va ser esta tienda?

_ Sí

_ De vestidos nena._ La miré seria después de que me dijera NENA la chica pelirroja.

_ Oye, te vez amable y dulce pero yo no tolero que me digan nena, si me vas hablar al menos háblame por mi nombre. No soporto ese tipo de…tú me entiendes. Esos apodos.

_ Pero no era ningún apodo chiquita. Es una forma tierna de dirigirme a mis clientes.


Oh chingada madre, le digo una cosa y no la hace. Me sentí más intolerable.

_ Por ejemplo chiquita tampoco. Ya te dije, aunque pienses que soy una payasa llámame por mi nombre. Es Janeth.

La pelirroja me vio con miedo ¿será porque se lo dije casi como un regaño? pero se lo dije normal o… ¿acaso se oyó que me había molestado? Ay por favor, niñitas así no aguantan nada.

Vi que ninguna de las dos no decíamos nada así que quise sacarle la sopa de cualquier cosa que se me ocurriera.


(Piensa Janeth, piensa, piensa) vi a un niño detrás de ella, de aproximadamente 10 años, parecía ser tímido.

_ ¿Tu hermano menor va ser tu asistente? _ fue lo que se me ocurrió decirle.

_ No, él ni si quiera es mi hermano. Es un niño perdido que lo encontré afuera de mi tienda muy solo y muy triste. ¿Verdad corazón?

_ Sí _ contestó con la mirada abajo.

_ Pobrecito, ¿cómo te llamas?

_ No doy mi nombre a extraños. _ me frunció el ceño el chamaco.

_ Está asustado porque perdió a su hermano.  _ Respondió la pelirroja.

_ Pero no te sientas triste niño, tal vez ya se olvidaron de ti. _ me incliné un poco.

_ Eso no es cierto. Mi hermano aparecerá. _ se cruzó de brazos.

_ Sólo bromeaba _ le di un puño leve en su mejilla.


_ Señorita Sasha, mañana le continuamos con la pintada. _ Un hombre le avisaba a la pelirroja, bueno a Sasha.

_ Sí, mañana los veo a los 8:00 am.

_ Sí señorita, buenas noches que descanse. _ Se iban los hombres.

_ Igual, hasta mañana _ respondía Sasha.


Vio su reloj en la muñeca y se puso loca cuando vio que ya daban las 10 y media de la noche.


_ Ya es tarde tengo que cerrar la tienda.

_ Te ayudo a pagar las luces _ me ofrecí.

_ Gracias, de ahí se apagan _ me señaló unos 4 apagadores.

_  Ahorita vengo, yo voy por unos papeles a la oficina.


Apagué todas las luces. Sasha regresaba con los papeles y con unas llaves.

_ Bien, vámonos _ tomó su bolso y agarró al niño.

_ Espera _ le dije antes de salirme _ ¿qué vas hacer con el niño?


Narra Paul:


El guardia no dejaba de echarme el ojo en su cabina.  Yo estaba afuera, paseándome por el corredor a ver a qué momento lo agarró dormido para meterme al hospital. 


<<Sí o sí, voy a ver a Eugenia>> en mi mente sólo mi objetivo era entrar.


No se quedó dormido pero bendita sea una enfermera que entró a su cabina para pedirle que firmara algunos papeles. Este fue el momento para ponerme listo y entrara sin que el tarugo del guardia se hubiera dado cuenta.   


En la planta baja esperé el elevador. Estaba nervioso por si el guardia me veía, a fin de cuentas se abrieron las metálicas puertas distinguida por dentro la resplandeciente luz blanca.
Entré y apreté el botón de flecha arriba.
Estaba ansioso de llegar al quinto piso.



Narra George:


_ Ojalá que me cambien de cama porque no te soporto George.

_ Pues para mí  será mejor.


Con la poca iluminación que veíamos de las otras camas, la niña odiosita del nombre raro no distinguió mi sonrisa. Esa sonrisa fue porque al fin iba estar solo sin la molestia de la luz del buro. Como ella dijo, logré mi objetivo, porque le dijo a una enfermera si se podía cambiar de cuarto. La enfermera le contesto que mientras no llegara otro paciente, lo podía hacer. Entonces me dijo:


_ Que tengas malos sueños. ¡INSOPORTABLE!

_ Sí, sí, sí. Te deseo lo mismo _ Me divertía haciéndola enojar.


 Estar aquí en cama, encerrado y sin hacer nada te dan ganas de molestar a alguien y ese alguien era ella, la del nombre raro.


Al fin se había marchado en su silla de ruedas yo quedé satisfecho. Traté de dormir pero el ruido de algunos pacientes no me dejó.

De repente sentí la presencia de alguien.

Escuché como las cortinas lentamente se corrían.


_ ¿Dónde estás? _ susurraba, parecía ser la voz de un chico. Todavía no quería yo voltearme, tal vez era un primo o algo así que visitaba a la odiosita.


_ Disculpe… oiga _ tentó mi espalda con la voz muy bajita. Quise hacerme el dormido por lo que no le respondo.

_ Perdón que lo moleste pero no sabrá dónde está la…

_ Mmmmm, si, aja. Creo que… _ doy un bostezo _ está en otra habitación donde haya luz.

_ Gracias y disculpeme. _ se va. Yo me doy la vuelta lo veo salir y como que creí ver la silueta de Paul. Cuando se va pienso alcanzarlo.


_ ¡Oye chico! No te vayas. _ me levanto hasta las cortinas pero el chico había desaparecido.


Lo seguí.



♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦


¡Por Fin un sábado!

Mis socias ¿cómo han estado? Yo normal, como si nada. Sólo que este lunes entro a un curso para ingresar a la preparatoria y dicen que es genial entrar porque todo cambia, a ver si no me cuentean como la vez que me dijeron que era genial la secundaria, naaaaa lo bueno que sólo faltan dos meses para terminarla. A finales de junio realizo mi aterrador examen.

Les tengo un aviso. A partir de hoy ya no estaré subiendo capítulos en los viernes porque el tiempo me come y es la causa por la cual mis capítulos los subía muy pero muy tarde. Ahora el nuevo horario será todos los sábados. Pueden darse una vuelta por las tardes o noches según de dónde sean ustedes.

Te agradezco María Luján que me sigas, eres muy bienvenida.

De hecho ya estoy empezando a leer "ocho brazos para abrazarte” un fic que me está gustando. Me haré miembro y lo seguiré leyendo. Y creo que te has dado cuenta que también te sigo en “Lo que no se ve en lágrimas” es muy buena página.

Me siento muy bien al ver que ya 13 socias me siguen.

Gracias. Y gracias a ti Janeth por tu pequeña colaboración que me mandaste en gmail. Tu forma de expresar es distintinta. Me hubiera gustado que siguieras escribiendo conmigo pero bueno sólo quisiste una vez.


Ojalá comenten.

Adióoooos.






    
















8 comentarios:

  1. interesante capitulo,sube pronto

    ResponderEliminar
  2. No me gusta la actitud de Janet ni su forma como se expresa, es una grosera. Y a Paul que le pasa? no se acuerda de su hermano o que, me gusta como se pelea Eugenia con George, esos van acabar queriendose, y se puso interante el momento con la llegada de Paul, que ira pensar George, porque lo siguio, ya quiero saber que va a pasae, se pondra celoso?

    ResponderEliminar
  3. Al fin leí todo lo que va de fic. Karen, está muy bueno, me gusta eso de que ambos estén en el hospital y que afortunada Euge :( pasa que George es mi obsesión y ES MÍO. Por cierto, me gusta ser mala, lo digo por si en algún momento querés meter a una villana al fic, ya tenés candidata jajjajajj.
    Ay, me gusta mucho el fic. Janeth es una genia, ya la amo. Subí pronto, está muy bueno! :*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. :3 ay gracias Luuu Harrison, no es para tanto.Con que quieres ser villana eeeh?
      no dudes en consultarme, yo soy chingona pà las ideas malvadas. :p JA Ja no te creeas. No soy tan cabrona para romper la madre a todo el mundo. Veremos que nos dice la señorona de este fic. A ver que ideas se le ocurre para quizás meternos a las dos como las brujas del cuento. Porque por aqui me vuele a otra candidata jaja.

      Eliminar
    2. :3 ay gracias Luuu Harrison, no es para tanto.Con que quieres ser villana eeeh?
      no dudes en consultarme, yo soy chingona pà las ideas malvadas. :p JA Ja no te creeas. No soy tan cabrona para romper la madre a todo el mundo. Veremos que nos dice la señorona de este fic. A ver que ideas se le ocurre para quizás meternos a las dos como las brujas del cuento. Porque por aqui me vuele a otra candidata jaja.

      Eliminar
  4. Y Karen, mujer no me tienes que agradecer nada al contrario mija, las gracias son de mí para ti jajaja sono como with love from me to you.

    Güey yo pensaba que los viernes seguirías subiendo, ahora seran los sábados. Buen horario porque en los viernes yo ni me aparecia por aquí. Los viernes es de salir con los amigos en toda la peda del pinche desmadre en que luego se arman y los sabados son mas geniales para echar la hueva jajaja.
    Mañana espero ver el siguiente cap. Oie la pelirroja del norte se va saltar de la felicidad cuando vea que ya sale en escena como Sasha. Quiero saber más más a ver qué te pone Sylvia jaja.

    ResponderEliminar
  5. Y Karen, mujer no me tienes que agradecer nada al contrario mija, las gracias son de mí para ti jajaja sono como with love from me to you.

    Güey yo pensaba que los viernes seguirías subiendo, ahora seran los sábados. Buen horario porque en los viernes yo ni me aparecia por aquí. Los viernes es de salir con los amigos en toda la peda del pinche desmadre en que luego se arman y los sabados son mas geniales para echar la hueva jajaja.
    Mañana espero ver el siguiente cap. Oie la pelirroja del norte se va saltar de la felicidad cuando vea que ya sale en escena como Sasha. Quiero saber más más a ver qué te pone Sylvia jaja.

    ResponderEliminar
  6. Karen hola!
    Me siento muy feliz de que ya hayas subido el capítulo 11.
    Ahora si escribió su parte Janeth. GROSERA pero me cae muy bien. Me gusta que sea la rebelde sin causa de las muchachas del barrio Penny Lane o de Strawberry Field Jejeje.

    Una pregunta, ¿Qué quiso decir Janeth con que ya aparecí en una escena de este cap? ¿¡ACASO VOY A SER YO SASHA!?, me va encantar ser ésa personaje, es muy tierna.
    Otra pregunta, ¿los vestidos tipo pin-up venderá en su tienda? porque mencionó Janeth en su narración que iba a ser la tienda de vestidos. A mí me fascinan los tipos vestidos juveniles de los años 50s. ¿Si pueden ser de tipo Pin-up? SIIIIIIII?
    Si es que soy Sasha me gustaría que aparte trabajara en un café o un restaurante de los años 50. Me gustaría que fuera alguien quien empezara a trabajar desde muy joven. Me gusta trabajar en esos lugares.

    Amo todo de los 50s. Siempre me había gustado esos años, quisiera vivirlas pero me tocó nacer en este siglo :( :,( al menos tu fic hace que yo pueda ser feliz imaginándome que en realidad viva ésa época y más en Liverpool con los chicos de mi vida, con PAAAAAUL¡ es que me encanta. Amo a ése hombre. Y si no quiere que le diga Chiquita o nena a Janeth le diré RUDA!!! okey, mejor como ella dijo, la llamaré por su nombre.

    Karen eres muy linda, desde luego aceptó ser Sasha. No tenía idea de que en serio lo ibas hacer, yo sólo bromeaba aquél entonces de que si aparecería una pelirroja en la historia. Veo que si te lo tomaste en serio.


    Serán los sábados que subirás, mañana espero ver el siguiente cap porque no me quedaré con la ansia de que si George verá a Paul, junto a Eugenia O GOD!!
    Súbelo mañana.
    Besitos.

    ResponderEliminar

Sígueme por Facebook