Episodio 19:
_ Puedes estar más tranquila. Ha sido castigada Lucy Winslet _ sonrió la directora.
Me quedé más satisfecha después de haberla acusado junto con Janeth y haber hablado honestamente con la directora, sobre los verdaderos hechos que ocurrieron.
Antes de abrir la puerta Janeth le hizo una pregunta a la directora. Quería saber cuál fue el castigo que merecía Lucy, a lo que la directora le contestó que después de clases ella se quedará tres horas más, limpiando los sanitarios que estén verdaderamente sucios.Al salirnos de la dirección se acercaron a nosotras Karla y Andrea, preguntándonos si habíamos conseguido el castigo para Lucy. _ Sí, espero que aprenda la lección. _ dije.
El descanso acabó hace dos minutos por lo cual Janeth fue la primera en irse a su salón, avisando que tenía clase de química.
Nosotras tres nos subimos a nuestra aula también.
Cuando entramos, aún no llegaba la maestra y vi hasta adelante de los asientos, a Lucy y a sus amigas de espaldas. Mientras caminaba hacia mi asiento todas ellas incluyendo a Lucy, me lanzaban unas frías y malévolas miradas.
Me cambié de lugar para no estar cerca de ellas y mejor donde pudiera estar cerca de mis dos nuevas amigas. Karla y Andrea.
Una nueva profesora había llegado, era quien nos iba dar la asignatura de lengua extranjera.
La maestra en lugar de llamarnos por nuestro apellido como lo hacía el profesor de literatura, o mocosas como la gruñona profesora de matemáticas, ésta nos llamaba mujercitas, como la novela de Jane Austen.
Antes de que la maestra comenzara a introducir un poco de su asignatura leyó un pequeño papel que sostenía en su mano.
_ ¿Quién es la señorita Lucy Winslet? _ Lucy alzó la mano desde luego _ Te solicitan en la dirección. _ dijo la maestra.
Lucy se levantó y a propósito quiso pasar por mi lugar para patear lo más discreto pero brutalmente mi portafolio, que se encontraba abierto en el suelo por lo que unos cuadernos se tiraron a un lado de mi pupitre. No le dije nada con tal de no escandalizar en la clase pero tampoco me sentí molesta. Fue como si nada había pasado, metí mis cuadernos de vuelta al portafolio y lo cerré para después escuchar la presentación de la maestra.
En la hora de la salida antes de despedirme de Andrea y Karla les pregunté si iban a ir por ellas.
_ No Eugenia, nosotras esperaremos el autobús. _ respondió Andrea.
Íbamos bajando las escaleras hasta llegar a la puerta. A mi papá lo encontré con toda la gente que esperaba afuera del instituto. No pensé que iría por mí.
Alcé el brazo para que me viera.
_ Supongo que ese señor es tu padre y viene por ti. _ dijo Karla.
_ Sí. Tengo que irme. Las veo mañana _ me despedí de ellas.
_ Hasta luego Eugenia.
Karla y Andrea se marcharon.
Me fui con mi padre y él me ayudó con mi portafolio.
_ Me imaginé verte en la casa.
_ Hija, es que tengo mi hora de comer y aproveché en pasarte a recorger. Tenía la preocupación de dejarte sola aún cuando no conoces bien esta zona.
_ Gracias papá, de hecho estaba un poco desorientada. No sabía si tomar el autubús que a lo mejor no me dejaba cerca de Arnold Grove.
_ Tendrías que caminar un kilómetro pero bueno, me quedan cuarenta minutos más de mi comida.
_ ¡Que bien! sobra tiempo ¿y qué vamos a comer hoy papá? _ mi padre se quedó callado.
Él me estaba viendo muy preocupado, seguro no hay nada para hacer y suficiente dinero para comprarnos algo de comer en la calle.
Vimos pasar a mi madrina Kate y mi padre la llamó para saludarla.
_ ¡Hola Larry! Cuánto tiempo sin vernos. ¿Cómo has estado? _ se acercó para abrazarlo. Mi madrina Kate siempre estimó mucho a mi padre.
_ Bien, gracias.
_ ¿Y cómo está mi ahijada? _ me besó en la mejilla. De igual manera la abracé porque me dio mucho gusto de volverla a ver.
_ Bien madrina, te extrañé mucho. ¿Y Janeth?
_ Está allá, haciendo cola para comprarse una nieve, ve con ella. _ me señaló a un carrito de nieves donde había gente formada.
Janeth me vio y me hizo señas de que si que quería una nieve.
_ No gracias _ me acerqué a donde estaba formada _ ¿Y Dot?
_ Se fue, la quería invitar hoy a comer pero no la vi. ¿Quieres ir tú a comer en mi casa? Mi mamá preparó pasta.
_ Sí, me encantaría. _ me entusiasmé.
_ Pues entonces dile a tu papá, también lo quiero invitar. Anda aquí te espero.
Volví con mi padre aunque no le dije nada, porque él ya había sido invitado por mi madrina.
Narra Karla:
Había una fila no tan larga de muchas chicas del instituto en la parada de autobuses. Yo veía a Andrea que buscaba a alguien.
_ ¿A quién buscas?
_ A Isabel.
_ ¿Quién es Isabel? _ arqueé una ceja.
_ Mi prima, y no podré ir a casa si mis tíos no me ven con ella.
_ ¿Y eso por qué?
_ Porque como una regla es que siempre debemos de llegar juntas, queramos o no. _ seguía asomando la cabeza para haber si la hallaba.
_ Te ayudaría pero no la conozco _ en eso vi a Paul _ oye, ahora vengo. Voy a saludar a un amigo mientras llega el autobús ¿ok?
_ Sí Karla, aquí te aparto el lugar.
Me dirigí a donde estaba Paul. Estaba recargado en un poste queriendo captar la atención de alguien, por sus ademanes que intentó hacer con esos ojos color gacel. No sé, se me hace muy simpático el chico.
“Karla, ¿te estás fijando mucho en él?, no. Qué me pasa, es
simpático y sólo eso”
Me acerqué a decirle hola,
_K-Karla. ¿Cómo estás? Hola.
_ Bien y ¿tú?
_ Bien _ no me miraba a los ojos, lo notaba nervioso.
_ ¿Cómo te fue en tu primer día de clases? _ le pregunté pero Paul no me respondía
_ ¿Paul? _ él estaba viendo a alguien pasar.
_ Aguarda, ahora te contesto _ seguía sin dirigirme la mirada y entonces se alejó un poco para poder alcanzar a una chica que iba en grupo con otras.
_ ¡Isabel! _ le habló, ésta se detuvo a mirarlo de pies a cabeza.
Creo que ésta es la prima de Andrea.
_ H-hola…
_ ¿Hola? ¿Qué quieres?
_ T-t-te quiero invi-t-tar… _ se puso muy nervioso sin embargo tomó aire para retomar la frase _ te quiero invitar a salir este sábado en la tarde. _ Isabel se echó a reír.
_ ¿Tú? ¿Invitarme a salir? Ni que fueras Rock Hudson. _ reía. _ Ay no vengas a decirme esto, que en serio me haces reír con esta tontería. Yo nunca podré salir con alguien como tú, no eres de mi tipo, por favor. _ siguió su camino con sus demás amigas.
_ ¡Isabel! _ oí la voz de Andrea.
_ ¿Ahora quién me llama?
_ Yo _ le tocó el brazo para que la viera._ qué bueno que te veo, el autobús se está aproximando.
_ Ni pienses que me voy a ir contigo. _ se apartó de Andrea _ Yo me iré con mis amigas.
_ Pero mi tía…
_ Aaaaay Andrea, usa la cabeza y le inventas algo a mi madre. Vete.
Andrea se la quedó viendo cómo su prima se iba con sus amigas.
_ Andy, vámonos tú y yo. _ me acerqué a ella.
_ Me voy con ustedes. _ dijo Paul corriendo detrás de nosotras.
Éramos los últimos en subir por lo que sólo un asiento de dos quedó hasta adelante.
_ Siéntense ustedes _ Paul se ofreció.
_ Gracias _ dijo Andrea débilmente. La notaba triste.
_ ¿Te sientes mal por cómo fue de grosera tu prima?
_ Un poco, a veces no comprendo por qué siempre se ha comportado así, desde que éramos unas niñas ella siempre me hace sentir mal y se molesta todo el tiempo conmigo.
_ ¿Eres su prima? _ intervino Paul. Andrea asintió.
_ Ah bueno, tu prima es muy bonita. _ comentó Paul pero Andrea no dijo nada. Se incomodó.
_ Paul, contigo también fue una desgraciada. _ me molesté.
_ Sí, lo fue. Pero eso no implica a que deje de ser bonita. _ Paul estaba embobado.
_ Paul, hay más bonitas que esa chica. No hace falta que te mencione a una porque aquí veo a alguien _ miré a Andrea con una traviesa sonrisa. Ésta no alzó el rostro pero se pudo notar mucho su sonrojo. Paul se hizo el que no escuchó nada y sólo atrás miró para no apenarse como yo quería verlo. Esto se me hizo un poco divertido y ojalá hayan entendido los dos la dicha indirecta.
Narra Eugenia:
El trayecto hacia la casa de Janeth fue un poco largo y pesado. Estaba por las afueras de la ciudad, y tuvimos que subir a la colina para llegar.
Kate y Larry iban adelante de nosotras platicando, mientras yo iba atrás de Janeth pidiéndole que no fuera tan rápido.
_ Vamos mujer, apresúrate. _ palmeó sus manos.
_ Voy, deja te alcanzo _ tuve que correr un poco para llegar a su lado.
_ Es cansado el camino hacia mi casa ¿verdad?
_ Sí Jan, no pensé que tu casa se encontrara en una colina y vaya que está retirado del instituto, nos hicimos creo que veinte minutos. _ dije agitada porque me estaba fatigando de subir a pie.
_ Sí, aunque sea cansado de llegar acá, es tranquilo el lugar. No hay gente que pase a molestar, sin muchas casas vecinas, sin avenidas y carros que circulen. Qué genial ¿no crees? _ asentí.
Cuando atravesamos su entrada Janeth dejó la reja abierta.
_ ¿Que no la vas a cerrar?
_ No hace falta, nadie entra. Ven, por aquí es. _ La seguí.
Aún no veía su casa. Seguro ha de estar escondida.
_ El terreno que tienen es muy grande. _ me asombré al ver tanto árbol y espacio libre para correr.
_ Y eso que no has visto la casa. _ dijo.
_ ¡Mira! ¡Hasta un comedor para jardín tienes! ¡Y un columpio familiar! _ señalé.
_ Pues son los que mi madre se trajo de "Guanajuato", ¿Que ya no te acuerdas que ahí jugábamos a la fiesta de té y poníamos a todos nuestros peluches en las sillas? _ negué la cabeza.
_ O que nos mecíamos en esa cosa vieja cuando sólo éramos unas morrillas _ me señaló el columpio.
_ ¿Morrillas?
_ Bueno niñas, es que la palabra morrilla fue lo único que se me quedó del español mexicano _ se echó a reír.
_ N-no, no me acuerdo Jan.
_ Cómo no te vas acordar si esa fue nuestra infancia antes que nos metieran al internado.
_ Perdón, por el momento no me acuerdo.
_ ¿Entonces qué recuerdas de tu infancia eh? _ dejamos de caminar. Yo me puse nerviosa al sentir a Janeth como si estuviera molesta.
_ Pues, pues que luego visitábamos México y convivía mucho con mis padres en las vacaciones largas. De ti, de nuestras travesuras y todas las maldades que hicimos tanto afuera de nuestras casas como adentro del internado. De Françoise, Orlando, las fiestas en Guanajuato, las navidades en París, las maña…
_ Está bien _ no me dejó que terminara _ vi que te acuerdas de todo menos de esto, que considero el más bonito recuerdo y especial que me llevé de ti durante nuestra infancia. Y tú me sales con que no te acuerdas. _ bufó.
_ Pero no te enojes Janeth. _ le supliqué.
_ Ja, sino me enojo Eugenia. _ volvía a reírse _ Tal vez tienes diferentes recuerdos a los míos _ me jaló para abrazarme del hombro y seguir caminando _ y seguro que hasta esos recuerdos no se me grabaron del todo. Jajaja. Ven, llegamos a la casa.
Al verla me enamoré. Es la casa más linda que he visto en mi vida. Con seis ventanas, de dos pisos, las paredes pintadas de un rosa suave y acompañado también de un blanco en las partes indicadas de la casa.
_ Sólo deja que barra por las escaleras para quitar el montón de las hojas secas y se pueda ver más limpio el patio, ah y oye, no te burles porque sé que vas a pensar que parece casa de muñecas pero mi mamá la compró y así la quiso.
_ Pues mi madrina no se equivoca a la hora de escoger. Tienes una casa muy bonita.
_ Gracias, a mí no me gusta. Yo quisiera tener una hacienda con el techo de ladrillo rojo, así muy colonial, con la carilla luciendo en el jardín, los portales alrededor, con los caballos y con toda la cosa. Pero ay _ suspiró _ tendría que ir a mis tierras. Sólo en México se hallan.
_ Yo no conozco las haciendas.
_ ¿Ni los ranchos? _ me quedé callada. No sabía que eran los ranchos.
_ Ay Eugenia, ya te hace falta darte un viaje a México. Vayamos, mi padrino y mi mamá deben de estar adentro.
La casa de Janeth era muy bonita por dentro, sus paredes tapizadas de un verde azulado y sus acoplados muebles lucían muy bien.
Al pasarnos a la sala vimos a mi papá y a mi madrina muy entretenidos en la conversación tomando el té.
_ ¿A dónde van? _ Kate se levantó del sillón.
_ Vamos arriba. _ respondió Janeth.
_ No, mejor váyanse a sentar a la mesa y les sirvo de comer. _ dejó su taza de té en la mesita de centro.
_ Kate, ¿a mí me dejas pasar a tu baño?
_ Claro Larry, ya sabes dónde está. _ mi padre se levantó.
_ No pensé que mi padre sabía el camino hacia el baño. _ dije.
_ Es que tu papá una vez fue aquí con nosotras a tomar el té. Era cuando estabas en el hospital, por cierto, cómo sigues de tu pie ahijada.
_ Mucho mejor madrina, gracias.
_ Me alegro _ acarició mi mejilla _ por favor ve a sentarte a la mesa.
_ Sí, antes iré a lavarme las manos.
Después de lavarme las manos hallé en la cocina a Janeth junto con su mamá. Las dos tenían un delantal. Mi madrina estaba cortando un perejil mientras Janeth se ocupaba de poner el aderezo a la ensalada.
_ ¿En qué te puedo ayudar? _ le musité a Janeth.
_ En sentarte a la mesa y no estorbarme, con permiso. _ sacó unos limones del refrigerador.
_ Muy bien entonces me iré a sentar, el que mucho ayuda el que no estorba _ salí de la cocina.
A la hora en que me senté a la gran mesa cuadrada de cristal junto a mi padre, le platiqué todo lo que me sucedió en mi primer día de clases. Pero noté que no me estaba poniendo ni la más mínima atención. Estaba muy pero muy abstraído.
_ Papá _ toqué su mano _ Papá, ¿me estás escuchando? _ Él me miró.
_ Disculpame hija, no te escuché. _ se puso una mano en su rostro, se notaba también cansado.
_ ¿Qué pasa papi? ¿Por qué tan pensativo?
_ Estaba pensando en tu madre, de la conversación que la vez pasada tuvimos tú y yo, y... he tenido muchos recuerdos de, de ella. _ se echó un largo y devastado suspiro en que... ¿hasta dónde pudo llegar?
_ Me hiciste pensar que realmente yo no reconocí el cuerpo de tu madre. Debo encargarme ahora de investigar todos los sucesos ocurridos sobre aquélla fecha en que ella despareció. No me dejará tranquilo si no te digo lo que me empieza a derrumbar la cabeza. Pero es que tengo una gran sospecha. _ dijo tomando mis manos.
_ Dime qué, papá _ las estreché.
_ Eugenia. A tu madre... puede que la haya dejado embarazada.
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¡Socios! ¡Qué tal!
A todos les agradezco de corazón por leer y seguir esta página, gracias por esos comentarios que a mí me entusiasma verlos. Le doy la bienvenida al 2016 y a la última socia del 2015 que se unió a este sitio... ¡Katita!
Les deseo que la paz llegue a sus vidas, el amor les triunfe y la felicidad refleje en sus caras. De todo corazón les quiero desear todo lo bueno que se merecen.
¡Feliz año nuevo!
Pinshi Isabel -.- como puede tratar así a paulie y a andreá y todavía paul la ama -.- como quisiera golpearla nadie se mete con ellos -.- . en fin me gusto la casa de janeth y como castigaron a esa bruja que. No me acuerdo como se llama.
ResponderEliminarSaludos hermana ^_^
Me encantó.
ResponderEliminarNo entiendo como Karla no se puso celosa por Paul, ya me estaba emocionando esa pareja jajajajaja.
Nosestamosleyendo <3
Hola Karen.
ResponderEliminarQue bueno que subes capítulo, eso quiere decir que tendremos muchos capítulos más. Me fascina la historia sólo que me confundí cuando Larry y Kate tomaban el té ya y en media conversación, se supone que iban los 4 juntos cómo pudo pasar tan rápido y hay unos dos detalles pero de ahí en fuera todo está fantastico.
Espero que subas pronto. Y feliz año nuevo.
Socia!!!!
ResponderEliminarQue bueno que subiste aquí y en wattpad :3....matare a Isabel no merece tratar asi a Paulie uwu
Y me gusta mucho la descripción de la casa de Janeth :3 aunque también me gustaría conocer un rancho c:
Cuídate mucho y sube pronto ♥
Hola Karensita! Feliz año!!
ResponderEliminarBien bien, estuvo bueno sólo que no me gustó el trato de la prima de Andrea. Cómo se atreve a tratar a mi pobre Paul de esa manera, quién se cree esa vieja.
Yo quelo una casa como la de Janeth :((
Se ve que Kate tiene mucho dinero e.e
Eugenia va tener un hermanita ¿? O.O bueno también puede ser un hermanito. Pero su mamá si está viva o no???
Ay no tardes en subir nena. Yo estoy ansiosa y me vienes con las intrigas, cuándo aparezo? dime dime dime dime dime dime dime dime dime porque leí que no seré Sasha entonces?
sube sube sube sube sube sube sube sube SUBEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
te leo muy pronto eeeh?
no te me vayas a desaparecer Karensita'
¡Holaaaa, hola! antes que empezar con mis desahogos de la fic, quiero decirte que me hacía muchísima falta leer... y es que, han pasado muchas cosas en tan poco tiempo que me han dejado asfixiada, y pues, es muy lindo que hayas subido... igual perdón por comentar después del siglo, pero por lo mismo no había tenido razones para leer siquiera.
ResponderEliminarEn fin, ¡POL MÁSCARNES! ganas de pegarle con la chancla, ya chale con su coquetería... bueno, te puede tratar tipo animal pero equis porque está chula la chiquilla {no sabes qué bien siento escribir tan mexicano contigo porque me entiendes perfecto jajajaja}.
Ay, Guanajuato... tengo ganas de ir me cae que sí, pero ando un poco lejos jajajaja, de verdad que sí le deberían de inyectar como que el chiste de las fiestas mexicanas, y la cultura de acá porque se pierde de MUCHO. Debo escribir que ese final me ha dejado con UNA PICAZÓN DE YA, o sea... ¡sube pronto socia, por favaaar! Juro leer al instante ya que pronto entraré a la prepa de nuevo :(
Y bueno, también te deseo una feliz navidá jajajaja, después de muuuucho... pero bueno, se me ha complicado todo ahora, espero poner los pies sobre la tierra... ¡Y TAMBIÉN UN BONITO 2016! que este año sea maravilloso, y que el viejo Pol Máscarnes venga acá, pls.
También te agradezco por el apoyo a mi fic, en serio gracias. Ya me hacía vieja con esto de blogger, y neta mil gracias.
Cuídate muchísimo,
besos!
<3
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarhello Karen. Your story will hopefully never stolen. That's interesting. Or is it something that happened in reality with FabFour in the early years? I do not like the Google translator to translate your text but It was quite confusing and even thought I would not write well. Published soon.
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