...

...

viernes, 23 de enero de 2015

III


Episodio 3



Diario de Eugenia:

1/07/1955

La fría madrugada del viernes en la estación del tren pisaba yo Liverpool, una ciudad marítima de la isla británica. Un puerto lleno de humildes marineros y varios barcos de Norteamérica, según unos breves datos comentados por el viejo amigo de mi padre que es el Sr. Draw.

Mi padre y yo nos sentamos en una banca de la estación cuando llegamos con nuestro equipaje. Algo aburridos y desvelados. El cambio de horario nos tenía muy cansados e inadaptados.






El Sr. Draw apareció en la esquina de donde estaba el reloj de la estación, con su típico traje de empleado de oficina, su sombrero oscuro y su maletín de piel. Nos levantamos y nos saludamos. Después el Sr. Draw se disculpó con nosotros por lo tarde que llegó y nos dijo que era por su coche que no arrancaba, sin embargo mi papá le dijo que no tenía que pedir disculpas  porque al fin y al cabo sólo fueron cinco minutos de retraso.   

Yo y mi padre pensábamos ver al vendedor de la casa acompañado del Sr. Draw pero al parecer no lo acompañó.

_ ¿Y dónde está el que me quiere vender la casa?_ Preguntó mi padre extrañado.

_ Está en su casa esperándolos. Allá el señor y tú van hacer todo el papeleó y el trato de la venta de la casa. Yo los llevaré en mi coche pero ya nos tenemos que ir. _ Respondió.

Subimos al coche del Sr. Draw que es un Ford modelo del año y de un color rojo elegante. Con su ayuda subimos unas cuantas pesadas maletas a la cajuela y de ahí nos dirigimos a donde él nos llevaría.






Narra omnisciente:



Con los brazos cruzados y una cara de enfado George Harrison se encontraba sentado en una silla del comedor de su casa. Su madre pasaba una y otra vez el cepillo por su cabello castaño de George, y después  aplanándoselo todo de un lado con algo de gel.


_ ¿Mamá ya terminaste? _ Gruñó.


_ Ya querido. Ahora mismo te traigo el espejo. _ Cuando regresó con el espejo lo puso a la vista de George como si fuera una sorpresa. En seguida George se vio reflejado con una cara de horrorizado.
_ Estás guapo. _ Comentó su mamá con una gran sonrisa.
_ No es cierto mamá, me veo ridículo. Ni creas que voy a ir así a la escuela. Mis amigos se burlaran de mí.
_ No lo creo Georgi, estás muy guapo. Aparte a tu novia le agradará verte así en tu cita de esta tarde.
_ Mamá _ Dio un suspiró _ en primera: no es una cita y en segunda: ella aún es mi amiga _ Se levantó y se acercó a la mesa para tomar el desayuno junto a su padre y sus dos hermanos.
Se despidió de sus padres y antes de que cerrara la puerta su madre le recordó que llegara a más tardar a las 6:00 pm para la fotografía familiar, y le advirtió de que no intentara despeinarse durante toda la mañana hasta después de tomarse la fotografía. Él asintió poniendo una cara indignada y cerró la puerta. Su mamá se echó a reír por la expresión de su hijo.
Después los tres hombres que quedaban en la mesa, dos de ellos se retiraron con su mochila y se marcharon de igual manera a la escuela. Sólo los padres quedaron, Louise y Harold, sentados en la mesa con una taza de té y unas galletitas de chocolate. Desayunaban y el silencio absorbía por toda la casa, es por eso que los dos pensaron en prender la radio y escuchar algo de ruido. Harold prendió la radio de la sala y empezó hablar algo que le venía a su mente.
_ Estos seis años que hemos pasado en esta casa, no me arrepiento de habernos mudado aquí en Upton Green _ Comentó Harold sentándose nuevamente a su silla.
_ La verdad estoy de acuerdo contigo Harold, aquí vivimos mejor. ¿Y las escrituras de la casa anterior, dónde las tienes? _ Preguntó Louise estirando su brazo para agarrar una galleta del plato blanco.
_ Las tengo guardadas para cuando vendamos la casa.
Louise sorbió su té y luego esbozó una sonrisa a su marido.
_ Pero mi cielo, ¿quién te va a comprar esa casa?
_ Un señor de nombre…_ quedó pensativo por un momento _ su nombre no lo recuerdo pero él está muy interesado en comprar la casa, y ya quedamos en vernos aquí para cerrar el trato. _ Confirmó y su esposa lo miró desconcertada.
_ ¿Cómo dices? _ Harold quiso explicarle a su esposa como sucedieron las cosas, pero tocaron el timbre y en la puerta se oyó un “Toc toc”. Harold se levantó y abrió.
_ ¿Es usted el Sr. Harold Harrison? _ Louise escuchó una voz masculina que no pudo reconocerla y por eso que fue a la puerta para averiguar quién era.
_ Así es. _ Acertó Harold.
_ Soy el Sr. Draw, la persona quien le interesaba la venta de la casa desde un principio. ¿Me recuerda?
Harold reconoció al hombre de pelo rubio y alto que le hablaba con cierta amabilidad.
_ Por supuesto. ¿Cómo ha estado usted señor Draw? _ Preguntó Harold extendiendo su brazo para estrechar la mano con la de él.
_ Bien _ Respondió Draw. Después a las dos personas que lo acompañaban las quiso presentar.
_ Mire señor Harrison, le quiero presentar a las personas quienes ahora se interesan por la casa que usted me ofreció.
Tomó el hombro de ambas personas y las acercó más hacia a la puerta de la casa.
_ Él es Larry, el quien le comenté por el teléfono.     
 _ Bonjour, comment allez-vous? _ Saludó Larry pero en el idioma de su natal país, por lo cual Harold lo miró confuso.
_ Disculpe, me he olvidado de que estoy en Gran Bretaña. Quise decir buenos días y cómo está usted.
_ Oh, sí _ Intervino Draw _ Es que Larry es un hombre francés al igual que su hija.
_ Se equivoca Sr. Draw. Yo nací en México. _ Corrigió Eugenia, la hija de Larry quien después se presentó educadamente con Harold.
_ Pero que educada mujercita, hablas muy bien el inglés al igual que tu padre, cariño. _ Comentó la señora Louise quien ya se había acercado a la puerta junto a su esposo.
 _ Gracias. _ Sonrió ampliamente la muchachita.
     
Los hicieron pasar y los invitaron a desayunar, Larry y Eugenia en realidad lo tomaron como suerte el desayuno, pues llegaron a Liverpool con las panzas vacías.
Después del desayuno hubo una conversación ampliada en el comedor y finalmente Harold, Draw y Larry empezaron hablar sobre la venta de la casa con el demás papeleó y el trato. Mientras que Eugenia comenzó aburrirse pero no trato de aparentarlo, aun así la señora Loiuse lo notó por su silencio y el bostezo que dio Eugenia, que se le ocurrió entretenerla con un álbum de fotografías de su familia. Y Eugenia las estuvo viendo mientras Louise le contaba las anécdotas y las historias de aquéllas personas que se encontraban en las fotos. Eugenia atenta la oía y reía en algunas ocasiones por algunas anécdotas chistosas que contaba Louise. El álbum era de color verde pantano con un margen dorado alrededor, grueso y pesado, pues ahí se encontraba todas las fotografías que habían tomado la familia Harrison French, y llegó a una parte Eugenia donde el álbum encontró en una lámina blanca y gruesa un nombre escrito en manuscrita negra a la diagonal.
“George Harrison” _ Leyó en silencio. Dio una vuelta a la lámina y se encontró a un tierno bebé.




_ Aaaaaaaaw. Pero qué hermoso bebé tiene, señora Harrison.


_ Más bien tuve querida, porque ahora ya creció y ya tiene sus doce años.


_ ¡Al igual que yo! _ Se sorprendió Eugenia por la edad que tenía aquél tierno bebé de la foto.


_ Me gustaría conocerlo _ Comentó Eugenia con una sonrisa mirando al techo y agarrando su barbilla.

_ Pronto lo conocerás querida _ Louise dijo, tocando el hombro de la chica con entusiasmo y con esa sonrisa tan dulce de mamá.  


Continuará…







5 comentarios:

  1. hice récord!!!! lo leí en menos de 20 minutos, jajaja por alguna razón me dio risa cuando louise peinaba a george,me imagine el peinado de benito juarez en ese momento (muñeco de kakao riendo) bueno enserio mujer escribes tan... (se desmaya) eres una genia, no seras la reencarnacion de john pero en mujer ¿? ,and I love your story, mi ingles es un asco, pero bueno tu fic no es como la puta mierda que a veces me a tocado leer (no te pido perdón por mi vocabulario por que sabes que digo peores)

    te amo y amo tu historia!!! sube pronto

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Mrs.Beatles. Tus palabras son ánimos para mi. :))))))))))))))))))))
      Estoy muy feliz por tu comentario.

      Eliminar
  2. KAREN¡¡¡¡¡¡¡¡¡
    Pero que tierno final del cap., si, es por el bebé George.
    jajajajaj George gruñendo mientras lo peinaban jajajajajajaja
    Me encantó. Y gracias por tus aclaraciones para mis tontas dudas, de hecho las dos formas en que narras tu nove te salen PERFECTO¡¡¡¡¡¡¡ Sigue la nove que ya quiero que se conozcan George y Eugenia y tu encuentro con Jan
    Sube y síguela


    BYE
    PS: Y muchas gracias por recomendar mi fic. Qué bueno te gustó te lo hice con mucho cariño ;)

    ResponderEliminar
  3. Karensitaaa!!! que risa lo de George JAJAJAJA que divino :3 me lo imaginé, no espero el momento a que se conozcan!!! sube pronto por favor.
    Escribes Fenomenal, me encanta, tanto que me da envidia!!! Regina y tu deberian Contagiarme aunque sea un poquito T.T las quiero a las dos <3

    ResponderEliminar
  4. Liverpool, "una ciudad marítima de la isla británica. Un puerto lleno de humildes marineros y varios barcos de Norteamérica" Aaaaaaaaaaaaiiii Gueeeeeeeeeeeey (como se expresan los héroes del norte esa pinche banda norteña de mierda que pasa en la tele espero que los hayas escuchado pero nunca veas su serie que está bien cagada dicen pendejada y media y mamadas a cada minuto) Me gustó como describió el señor Draw a Liverpool y también como escribe el diario de Eugenia. Me dio un putero de risa cuando el pendejo de Larry saluda al papá de George con su francés (Si que la cago XD) y la cara de Harold de QUÉ PEDO CON ESTE GUEY? jajajajajaja, esa parte fue muy chistosa.

    Sigue con los episodios que yo no los dejare de leer.
    No olvides que en Guanajuato en donde te escribe la grosera de tu lectora será SIEPMRE la que admirara como escribes.
    bye

    ResponderEliminar

Sígueme por Facebook