Episodio 4
Narra George:
Me acerqué a
los columpios y el de en medio me quise mecer. Hundiéndome en la desilusión mi
silueta se encontraba ahí junto al otro columpio que estaba roto.
La
esperé como un tonto saliendo de clases y nunca la vi, jamás llegó a donde nos
suponíamos ver. Tengo la culpa por creerle y por haber aceptado. JA, ¿qué me
hubiera esperado?
Hoy
en la mañana no vi a Paul en la parada de autobuses ni en el instituto, qué
extraño, él nunca ha faltado a clases a menos que estuviera enfermo o se le
haya atravesado alguna situación difícil.
Hace
una hora y media, más o menos salí del instituto, yo tenía la panza vacía por
la que me marché del parque en que estaba y cuando iba dejando los columpios muy
atrás, a lo lejos pude notar unas dos personas que llegaban en bici. Las
dejaron y se dirigían a los columpios tomados de las manos, sonriendo y
haciendo bromas entre ellos.
Pude
percatar los rostros de Paul y Janeth a quienes menos me esperaba verlos juntos
y sobre todo tomados de la mano. Ahora comprendo todo, Janeth me dejó plantado
por Paul y Paul había faltado a clases para verse con ella. Al verlos sentí
como jaloneaban aún más mis pobres tripas por hambre, por el enojo y la tristeza
pero era mejor desaparecerme ya de una vez por todas de ese lugar.
Tomé
un autobús a casa y sin que tocara la puerta, mi madre salió. Tal vez percibió
que alguien se acercaba a la casa y quiso ver a través del visor de la puerta
quién era.
_
Georgi, pensaba verte más tarde_ Dijo abriendo la puerta y al notar que yo no decía
nada me hizo la incómoda pregunta.
_
¿Cómo te fue en tu cita? _ De coraje le respondí sarcástico _ ¡De maravilla
madre! _ Pasé por su hombro enojado y me fui al dormitorio.
Unos
minutos después ella subió, yo me encontraba acostado clavando mi mirada al
techo.
_
George, ¿puedo pasar? _ Tocó la puerta con un vistazo a la recámara. Yo acerté
y ella pasó emparejando la puerta.
_
Mamá, te pido perdón por haberme desquitado así contigo. Tú no tienes la culpa.
_ Me disculpé viéndola a los ojos.
Ella
se sentó a un costado de la cama, y me preguntó de manera muy comprensiva qué
había pasado. Yo sólo le dije lo del plantón de Janeth, no quise explicarle los
detalles, estaba enojado y ya quería olvidarlo. Puso la mano sobre la mía y me
hizo un cariñito a mi mejilla.
_
Te prepararé el mejor platillo de lo que un niño pueda antojársele. Pero ya no
estés triste Georgi, esa niña se lo perdió. _ Me animó, yo sonreí. Ella me besó
en la mejilla y yo la abracé. Es una maravillosa mujer.
Eran
las seis de la tarde con diez minutos y al fin el fotógrafo había llegado. ¡ALELUYA!
Esto ya se me hacía estresante, más con este cabello peinado todo a un lado,
que me hacía parecer un niño tonto.
El
fotógrafo nos indicó de cómo acomodarnos para la fotografía familiar. Claro,
soy el consentido de la familia Harrison jeje por lo que el fotógrafo me colocó
en medio de mis padres, y mis dos hermanos atrás.
_
Más vale que sonreían, oh arruinaran la fotografía _ Nos reímos de aquél
comentario simpático del fotógrafo. Nos acomodamos y el fotógrafo se colocó detrás
de la base que sostenía la delicada cámara fotográfica.
_
¿Están listos? _ Nos preguntó el fotógrafo mientras se cubría con una oscura
sabana.
_
¡LISTOS! _ Entusiasmados respondimos todos al mismo tiempo.
_
Digan…whisky
Y
un deslumbrante flash vimos a través de la cámara.
Diario
de Eugenia:
...
La tranquila tarde cuando la mayoría de nuestras cosas ya habían sido acomodadas aunque nos faltaba unas cuantas cajas por abrir, yo exploré nuevamente la casa comprada por mi padre.
Le había preguntado el por qué no
pensó bien las cosas antes de comprarla
y obtener las escrituras. Y además el por qué ignorar otras ventas de casas que
vendían en Liverpool. Su respuesta fue: “De acuerdo a mis posibilidades
económicas ésta era la más factible de comprar por lo mientras Eugenia” pero
las cosas, yo sabían muy bien que estaban por complicarse para él y para mí.
Esta casa que había comprado sin ser
rentada, honestamente me desagrada. De poco espacio y sin electricidad. Había
dos habitaciones arriba y dos abajo, horriblemente frías. La única calefacción
es una vieja estufa de carbón incluyendo un pequeño patio trasero y un pequeño
baño al fondo del patio. Odio la casa, a pesar de que estemos en épocas de
calor la casa es fría por dentro.
Más tarde en mi fría
habitación que me toca dormir me encontraba aburrida y no tenía nada que hacer
más que recordar todas las imágenes que vi en ese álbum de los Harrison.
Recuerdo que en las siguientes láminas
la señora Louise me enseñaba las fotografías en la forma como fue creciendo su
hijo más pequeño George.
Continuará...
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Hola chicas, antes que sea un sábado
madrugado subo como cada viernes jijijiji.
Qué bueno que hay más seguidoras.
Agradezco a las que son nuevas en este fic, a Vicky, a Vicky Olivia y SOFY por
fin te uniste. Sean bienvenidas aquí y muchas gracias por descubrir esta página.
MUCHAS GRACIAS
Bye. ;)
KAREN COMO SIEMPRE TE LUCISTE!!!!,NO ME CANSARE DE DE DECIR QUE ERES LA REENCARNACION DE LENNON O DE COBAIN, ENSERIO JAMÁS ME ABURRIRIA DE LEER TU FIC, LA AMO.
ResponderEliminarsabes que a ti te tengo mucho cariño espero que no seas de ese tipo de hipocritas a las que le e entregado confianza,y felicidades por tus 7 seguidores tan rapido los conseguiste mujer,pero como no si tu forma de escribir enamora.
Hola!!! Mrs beatles tiene toda la razón, te luciste dear Karen!!. Pobre George, Janeth lo dejo plantado u.u, pero yo se que se arrepentirá(?, jeje bueno muchos besos Karen, porfis sube pronto que esta interesante ;)
ResponderEliminar¿Acaso piensas hacerme la bruja del cuento? T.T ...
ResponderEliminarADELANTE Ahora seré odiada por todas tus seguidoras las que lean la parte que dejé plantado al pobre de George. Jajajajaja.
Me gustó pero QUÉ PINCHE MALA ONDA ERES KAREN. Jajajaja ¿Por qué a mí guey?
Jajajajajajaja.
Cuídate y besos
Karen, me dijiste que entrara a tu nueva página en Blogger.
ResponderEliminarBueno, aquí estoy y la verdad tu historia es ESTUPENDA. Me dio tristeza cuando dejaron a George plantado, Janeth no sabe de lo que se pierde. Dile a George que lo espero aquí con los brazos abiertos.
Pobre George que lo dejan plantado... Y quė cerdo Paul!! Estupendo capítulo, Karen!!
ResponderEliminarPaulaAbbey